31 de enero 2011 - 09:56

Obama no viene, pero dará apoyo por Club de París

• También se busca que EE.UU. defienda al país ante el FMI en abril.
• Para el Gobierno, «no hay espacio para conflicto»

Amado Boudou
Amado Boudou
«Estados Unidos está jugando un rol fundamental en las negociaciones con el Club de París para llegar a un acuerdo antes de junio. Además, apoya al país ante el FMI y, junto con otros Estados, no permitirá que se sancione a la Argentina. Esto y otros temas hacen que para nosotros la relación sea fundamental, y no haya espacio para crear un conflicto». Una alta fuente del Gobierno argentino aseguraba ayer a este diario cuál será la estrategia oficial del país ante la administración de Barack Obama, ante la decisión del presidente norteamericano de no incluir a la Argentina en su gira por América del Sur.

El Gobierno argentino hizo esta evaluación en las últimas horas y concluyó que lo mejor es reconocer públicamente la realidad pero no llevarla a un nivel de impedir que las cuestiones bilaterales en marcha se dañen. Especialmente, las que para el Gobierno nacional son importantes en la coyuntura, casi imprescindibles. En este sentido, el primer tema son las negociaciones que se mantienen con el Club de París, y que desde esta semana comienzan a tomar la recta definitiva de decisiones, cuando desde ambos bandos se resuelva cuál es la deuda total que se le deberá pagar al organismo. En este sentido, para la Argentina no es tan importante reconocer un monto superior a los u$s 6.750 millones originales (la cifra estaría cerca de los u$s 9.000 millones), sino poder imponer los plazos e intereses que busca Amado Boudou. Para el ministro de Economía, lo importante es conseguir un plazo mayor que los tres o cuatro años y una tasa de nivel internacional (menos del 8%). Para esto, y como se trata de un acuerdo entre Estados, se considera en Buenos Aires que la influencia de la administración Obama es fundamental. Incluso, durante la cumbre Iberoamericana de Mar del Plata de diciembre pasado, se aseguraba que la medida de no incluir el capítulo WikiLeaks en el evento fue una decisión de Cristina de Kirchner vinculada a estas negociaciones con el Club de París. Horas antes de esa cumbre, la Presidente se había comunicado telefónicamente con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, cuyo contenido permanece en secreto.

El segundo capítulo importante en las relaciones bilaterales, al menos para Buenos Aires, es la actitud que Estados Unidos como principal aportante mantendrá en abril próximo, cuando se desarrolle la reunión de primavera del FMI. Se sabe que parte de la burocracia técnica interna del organismo quiere sancionar a la Argentina por no aceptar una revisión del artículo IV, y puso ese encuentro de Washington como fecha tope. Sin embargo, cualquier castigo oficial debe pasar por el directorio del Fondo, donde Estados Unidos tiene casi el 54% de los votos. En otras palabras, solo con un guiño de EE.UU. podría avanzar una sanción de este tipo. La Argentina descarta el apoyo de Estados en desarrollo, como Brasil, India, Europa del Este y el sudeste asiático contra el país. Pero más allá de esto, la mayor tranquilidad es que desde la administración Obama no se avale ningún tipo de embestida contra Buenos Aires en ese evento de abril en la capital norteamericana.

Si entonces ambas cuestiones marchan como se espera en el Gobierno, los dos principales apoyos que el país busca del presidente norteamericano se habrán conseguido. Luego, Cristina de Kirchner llegará a las elecciones de octubre sin problemas con el FMI y con el último escollo para salir del default solucionado. «Es lo más importante que buscamos con Estados Unidos en este tiempo histórico de las relaciones bilaterales», aseguraba a este diario un alto funcionario del Gobierno.

La Argentina, además, quiere continuar manteniendo con Estados Unidos relaciones sólidas por otros capítulos que se negocian en la actualidad, especialmente la posibilidad de abrir mercados a los que solo podrían acceder los exportadores locales luego de una decisión política del Gobierno de Obama. En este listado figuran productos variados, como los limones, la carne y la siderurgia; todos frentes donde hoy negocia la Cancillería argentina. También son sólidas las comunicaciones bilaterales en temas como la cooperación nuclear y la seguridad, aseguraban ayer en Buenos Aires.

El fin de semana, el Gobierno nacional negó que se haya intentado «minimizar» la importancia de la próxima gira de Barack Obama a Latinoamérica. «Nunca traté de minimizar el viaje de Obama. Traté de explicar la importancia de la decisión y los intereses detrás del viaje, que no es de turismo», escribió el canciller Héctor Timerman en su cuenta de Twitter.

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