25 de marzo 2011 - 00:00

Cada vez más mujeres mueren incineradas por sus parejas

Analía Cáceres, Sabrina Cennamo, Natalia Nievas y la lista sigue; todas ellas fallecieron tras ser quemadas por sus parejas, pero no fueron las únicas. Según expertos en el tema, hubo un aumento de esta metodología en el último año, coincidentemente con lo ocurrido a Wanda Taddei, que cobró gran notoriedad en los medios. A partir de este caso, muchos hombres copiaron la metodología, por lo que entre 2009 y 2010 hubo un 90% más y en lo que va de 2011 ya fallecieron tantas mujeres como el año pasado.

Ada Beatriz Rico -cofundadora de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, que contabiliza y trabaja con mujeres víctimas de violencia de género- explicó que fue la impunidad del caso Taddei lo que provocó que se multiplique este método. «Lo de Wanda fue prácticamente calcado, todos los hombres dijeron lo mismo, que fue un suicidio o un accidente. Se convirtió en el crimen perfecto, porque las incineradas son inducidas a un coma farmacológico y muchas de ellas mueren sin poder denunciarlo. Entonces, no hay forma de comprobarlo», agregó Rico y sostuvo que «prácticamente no hay detenidos» por estos hechos.

Wanda Taddei murió el 9 de febrero de 2010, luego de que su marido, el exbaterista de la banda de rock Callejeros, Eduardo Vázquez, la roció con alcohol y luego la prendió fuego. Desde ese momento hasta diciembre del año pasado se contaron 11 casos de mujeres incineradas por sus parejas que fallecieron, a las que se suman otras 10 que no perdieron la vida.

Previamente, en 2009 la cantidad de víctimas fatales a través de esta metodología fue de seis. Y estos números continúan en aumento, ya que durante los tres meses que pasaron de 2011 ya fueron incineradas por sus parejas 11 mujeres, el mismo número que en todo 2010.

«El disparador fue el caso de Wanda Taddei, el primero en que se visualizó la modalidad. Antes se daba de manera más esporádica, pero luego se instauró con efecto dominó», aseguró Sonia Stegman, de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En total, en 2010 hubo 260 femicidios por diferentes métodos, cuyas víctimas fueron niñas y mujeres, lo cual representó un aumento del 12,5% respecto de 2009. Las metodologías más utilizadas siguen siendo las muertes por golpes, a puñaladas o a balazos. La violencia se da en todas las clases sociales y en todas las edades. «Las que no mueren quedan destruidas física o psicológicamente», afirmó Rico.

Stegman detalló que siete de cada 10 mujeres sufren de violencia sexual, económica, física o psicológica, es decir de género. «El hombre cree que es superior y que tiene derecho sobre la mujer. Ellas pierden la autoestima, sus relaciones sociales, se aíslan. Esto tiene que ver con los roles estereotipados de la sociedad que se heredan», agregó.

En cuanto a la solución, Stegman aseguró que se trata de un trabajo de concientización que lleva mucho tiempo, con políticas de mediano y largo plazo. Para Rico es fundamental incorporar la figura del femicidio al Código Penal, porque muchas parejas no están casadas, por lo que al asesino le dan 6 o 7 años de cárcel por homicidio simple, en vez de los 25 que podrían recibir por el agravante del vínculo.

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