23 de julio 2011 - 11:25

Cristina defendió el modelo: "Esto no es magia ni viento de cola"

El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, junto a la Presidente.
El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, junto a la Presidente.
La presidente, Cristina de Kirchner, recorrió la central termoléctrica de 240 megavatios que se construye en Río Trubio, anunció que ya llegaron las turbinas y aprovechó para defender el modelo económico del Gobierno al indicar que "no es magia ni viento de cola, sino trabajo y planificación".

El inicio del acto se transmitió en directo mediante una teleconferencia con la exposición de ciencia Tecnópolis, donde estaban el ministro de Economía, Amado Boudou, el candidato a jefe de Gobierno porteño Daniel Filmus y otros funcionarios.

Cristina de Kirchner afirmó que "la bonanza económica que percibimos" no es "ni magia ni viento de cola" sino "trabajo, esfuerzo, planificación y pensar el país".

Además, la mandataria explicó que la inversión en obras energéticas fue "un 13.000 por ciento más que en 2003".

"2003 las obras de energía que se hicieron fueron por 131 millones de pesos y en 2010, invertimos 17.300 millones de pesos, y para que ustedes tengan una idea es el 13.000 ciento por ciento en obras de energía para que la industria puedan consumirla y los argentinos puedan trabajar", puntualizó.

Por otra parte, la mandataria remarcó que se debe tener "el coraje y la espalda necesaria para aguantar los golpes" contra su gestión y pidió que la recuerden a ella y su ex marido, Néstor Kirchner, como quienes "refundaron el país".

"Siempre nos dijeron que los políticos arruinábamos las cosas. Y nosotros demostramos a la Argentina que desde el único lugar que se puede mejorar la vida de nuestros compatriotas es desde la política", indicó.

De todos modos, sostuvo que "hay que tener el coraje, la decisión y la espalda para aguantar las cosas que te dicen, las cosas que te hacen, los golpes que te dan, cada vez que seguís tomando decisiones en nombre de los argentinos y por los intereses de los argentinos".

Al encabezar el acto central, la mandataria evocó la gestión de su marido fallecido, Néstor Kirchner, y reveló que le "gustaría" que recuerden a ambos jefes de Estado como aquellos que "refundaron el país" tras la crisis de 2001.

"Si alguna vez nos recuerdan a él y a mí, me gustaría que nos recuerden como los que refundamos un país en el que todos los que vinieron después a gobernarlo siempre tomaron las decisiones de acuerdo a los argentinos. Que nunca más nunca nadie tenga que arrepentirse de un voto que puso en alguien pensando que le cambiaría la vida y se la terminaron arruinando", indicó.

Además, Cristina Kirchner instó a ser "cada vez más fuertes y tolerantes", con aquellos que emiten "ataques, difamaciones o insultos", ya que "todavía no han entendido que la mayoría está de acuerdo con que un país diferente como el que se está haciendo es posible".

Acompañada en la mesa por el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, y por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se dirigió también a "todos los hombres y mujeres que volvieron a confiar" y a los "jóvenes que se incorporaron recientemente a la política", a quienes instó a trabajar "por los intereses de la Nación, por la historia que forjaron Moreno, Belgrano y San Martín".

Pidió, en este marco, no responder a los "ataques, difamaciones, insultos y agravios" y planteó que los que tienen "la responsabilidad institucional" deben tener también "la responsabilidad histórica, desde la política, de convencer, de persuadir de que este es el camino a seguir, para que todos los que vengan después sepan que es necesario comprometerse con estas políticas de Estado".

Finalmente, la jefa de Estado hizo una fuerte defensa de la condición no contaminante de la usina, que se comenzó a construirse hace dos años y comenzará a operar a mediados de 2012, al remarcar su condición de vecina de El Calafate, al que ella señala como su "lugar en el Mundo", y recordar su defensa de los hielos continentales cuando era legisladora nacional.

Insistió, de hecho, en que personalmente se encargó de verificar las estrictas condiciones mediambientales que debía cumplir la obra de la megausina, que recibió duras críticas de organizaciones ambientales como Greenpeace.

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