4 de abril 2012 - 21:42
Detuvieron a un sospechoso por el asesinato de un hombre y su empleada
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Los fiscales Maroto y Arribas intentan determinar si los asesinos robaron ese dinero, si Morfú ya había comprado los dólares y si alguna otra persona, que pudo haber actuado como "entregador", sabía de esa transacción.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que los homicidios se cometieron durante esa operación y que quien cometió el doble crimen entró a la casa del mecánico con su consentimiento, ya que no había puertas ni ventanas violentadas.
La perra Rottweiler de la vivienda tampoco ladró, lo que refuerza la pista de que el homicida era conocido del mecánico.
Los pesquisas establecieron que el doble crimen se cometió unos diez minutos después de que la hija de 6 años de Morfú -quien estaba separado de la madre de la niña- salió de la casa a comprar alfajores a un almacén ubicado enfrente.
"Por ese motivo se salvó de ser la tercera víctima o testigo directa de la ejecución de su padre", dijo una fuente judicial. Es que la encargada del almacén declaró que la nena estaba en su comercio cuando se escucharon los disparos y que ante esa situación no permitió que la niña regresara a la vivienda, sino que la dejó a su cuidado hasta que luego la entregó a un tío.
El dato más llamativo que analizan los pesquisas es que en uno de los bolsillos del pantalón del mecánico se encontraron 5.000 pesos en efectivo, mientras que otros 8.000 fueron hallados en su mesa de luz intactos.
En tanto, las autopsias a los cuerpos de Morfú y de su empleada, identificada por la policía como María Lizarraga, se realizaron en la Morgue Judicial de La Matanza y los forenses determinaron que las víctimas presentaban una herida de bala cada uno en la cabeza, a la altura de la nuca.
De acuerdo a los peritos, los disparos fueron realizados desde una corta distancia y desde arriba hacia abajo, por lo que creen que las víctimas estaban arrodilladas, agachadas o tiradas boca abajo en el suelo cuando recibieron los balazos.
En el caso de Lizarraga, ésta presentaba una herida con orificio de entrada y otro de salida, mientras que del cráneo de Morfú los médicos extrajeron un plomo que analizan si servirá para un futuro cotejo balístico. En ese sentido, los peritos secuestraron anoche de la escena del doble crimen dos vainas servidas calibre 9 milímetros.
Por otro lado, los pesquisas procuran hallar algún testigo que haya visto el ingreso de quien cometió los asesinatos a la casa de Morfú. "Algunos vecinos hablaron de una moto y de otro vehículo", dijo uno de los investigadores.
Incluso, se investiga si se trata de los mismos delincuentes que momentos antes le habían robado un Volkswagen Bora a un empleado de Morfú en su taller mecánico. El hecho ocurrió el martes, alrededor de las 19.30, en una vivienda situada en Lartigau al 2900, de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, donde se encontraba Morfú junto a Lizarraga, quien residía en una propiedad lindante.
Cuando los policías alertados de los disparos entraron a la casa se encontraron con los dos cuerpos baleados y la perra inmóvil, junto al cadáver de su dueño. Los pesquisas descartaron desde el inicio un robo "al voleo" ya que Morfú tenía dinero, billetera y otros objetos de valor encima y en la casa se hallaron electrodomésticos, cuatriciclos, motos de agua y hasta una camioneta 4x4 Dodge RAM. Según los vecinos, Morfú se dedicaba a la mecánica y estaba a punto de abrir a pocas cuadras de su casa un taller de caños de escapes para motos.
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