7 de mayo 2012 - 00:00

Excelente concierto de Garvie en Córdoba

El trompetista marplatense Valentín Garvie brilló junto a la Banda Sinfónica de Córdoba en un concierto auspiciado por la comunidad armenia de la provincia.
El trompetista marplatense Valentín Garvie brilló junto a la Banda Sinfónica de Córdoba en un concierto auspiciado por la comunidad armenia de la provincia.
Córdoba - Una noche de alto nivel musical vivió el Teatro Libertador San Martín de la ciudad de Córdoba (la sala lírica activa más antigua del país), con la presentación del trompetista marplatense Valentín Garvie, quien desarrolla una notable carrera europea, junto a la Banda Sinfónica local dirigida por Gustavo Fontana.

El programa, ideado en adhesión al Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos con el apoyo de la comunidad armenia de la Provincia, estuvo mayoritariamente integrado por obras de compositores de ese país, comenzando por el más famoso de ellos, Aram Khachaturian, y «Lezghinka» (danza caucásica), del ballet «Gayaneh», en una vibrante versión de la Banda cordobesa.

Buena elección, por distintos motivos, constituyó el «Concierto para trompeta y orquesta» (aquí en arreglo para banda) de Alexander Arutunian, compositor fallecido el 28 de marzo pasado. Se trata de una obra breve de carácter cíclico y afianzada en la tonalidad, que brindó a Garvie una constante oportunidad de lucimiento.

Sin dudas lo más llamativo de este gran músico, más allá de su seguridad y soltura técnica, es la cantidad de matices que es capaz de desplegar en este difícil instrumento, su paleta dinámica, su variedad de colores y un sutilísimo «swing» que da cuenta de la experiencia de Garvie en el terreno del jazz.

Las «Danzas armenias» de Alfred Reed, la impresionante «Masada», de Boris Pigovat (evocadora del suicidio colectivo que tuvo lugar en esa fortaleza) y una selección de fragmentos de «Espartaco» de Khachaturian completaron un programa en el que la Banda Sinfónica, ensamble de una calidad pareja y remarcable en todas las secciones, exhibió a cada momento ajuste, cohesión y expresividad. La dirección de Fontana, también muy experto trompetista, fue segurísima y clara.

La misma sala había sido testigo la noche anterior de un tributo de la Orquesta Sinfónica de Córdoba dirigida por Hadrian Avila Arzuza a los integrantes de ese organismo fallecidos en un accidente automovilístico el 11 de diciembre del 2011: el recordado concertino Esteban Raspo, su padre Rubén Raspo y la cellista Ivón Asrin. Para esa ocasión la brillante y jovencísima violinista cordobesa Lucía Luque ocupó el primer atril, y el repertorio fue elegido en colaboración con los familiares de las víctimas.

* Enviada Especial

Dejá tu comentario