El primer milagro del Tour de Francia ocurrió en su segunda etapa cuando un perro estuvo a segundos, y centímetros, de generar un choque múltiple.
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El can se escapó de las manos de su dueño y se detuvo en el medio de la carretera. Al ver el malón de bicicletas venir salió corriendo y por muy poquito no fue atropellado, lo que hubiese generado un caos en el asfalto.
Además, su dueño intentó socorrerlo y quedó a medio camino y si bien corrió la misma suerte que el animal, también estuvo a punto de ser embestido por las bicicletas.
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