Repsol logra guiño de juzgado español en demanda a YPF
-
En medio de la recesión crece el comercio online: cuáles son los motivos y qué rubros potencian las ventas
-
Dato clave sorprende a los mercados: la confianza de los consumidores estadounidenses subió en marzo
La petrolera española ha iniciado una intensa actividad en los tribunales, tanto en España como en Estados Unidos e Inglaterra, para intentar bloquear las negociaciones de YPF con petroleras internacionales para que inviertan en el megayacimiento de Vaca Muerta, en el marco del frente abierto tras la expropiación de la filiar por el Gobierno argentino.
Repsol ha presentado una demanda en el tribunal de arbitraje internacional del CIADI en la que reclama una compensación de 10.500 millones de dólares por la nacionalización.
El yacimiento de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta posee, según estimaciones, 23.000 millones de barriles equivalentes de petróleo pero para su explotación son necesarias inversiones que rondarían los 25.000 millones de dólares anuales, un desembolso que Argentina no puede costear actualmente.
Tras desestimar la declinatoria de YPF, el juez deberá pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, la petición de Repsol de paralizar los acuerdos de Bridas y Chevron con la petrolera argentina para explotar Vaca Muerta.
Presión legal para ganar ventaja en negociación
La estrategia de litigio de Repsol está encaminada a presionar a los competidores de la petrolera argentina para evitar que inviertan en Vaca Muerta y forzar al Gobierno sudamericano a pagar una compensación que satisfaga los intereses de la española.
Recientemente Repsol rechazó una oferta de Argentina -aunque el Gobierno de la presidenta Cristina de Kirchner negó que hubiera hecho propuesta alguna- en la que ofrecía a la española una participación minoritaria en un consorcio que tendría la propiedad de una parte del yacimiento Vaca Muerta.
La oferta fue trasladada a Repsol por parte de uno de sus accionistas de referencia, la petrolera mexicana Pemex, apenas dos meses después de que otro de los accionistas de referencia, CaixaBank, hiciera llegar al órgano de administración otra oferta de compensación por YPF.
Los activos ofrecidos (bonos soberanos argentinos y la participación en Vaca Muerta) estaban valorados en 5.000 millones de dólares, aunque no eran líquidos y tenían que ser reinvertidos en el país.
Tras rechazar ambas ofertas de plano por insuficientes y calificarlas como sobrevaloradas, Repsol mostró su disposición a negociar una indemnización en activos fácilmente convertibles en efectivo y que no deban ser reinvertidos en un país que hace menos de un año expropió más de un tercio de la producción de Repsol al nacionalizar YPF.
Dejá tu comentario