15 de septiembre 2013 - 10:00

Delirio de fans con Bruce Springsteen

Tardó un cuarto de siglo en regresar al país, de modo que los fans locales de Bruce Springsteen se sacaron las ganas con el show de tres horas que ofreció en GEBA.
Tardó un cuarto de siglo en regresar al país, de modo que los fans locales de Bruce Springsteen se sacaron las ganas con el show de tres horas que ofreció en GEBA.
Actuación de Bruce Springsteen and The E Street Band. Con B. Springsteen, S. Zandt, P. Sicalfa, M. Weinber y otros. GEBA. 14 de septiembre.
de un cuarto de siglo, los fans argentinos de Bruce Springsteen se sacaron las ganas en serio: con un show que superó las tres horas, a cargo de una formación más rockera que nunca, la E Street Band, no cabe duda de que el concierto del sábado pasado fue algo así como el séptimo cielo de todo seguidor de la obra del autor de "Born In The USA".

Y hay que reconocer que, si bien la cantidad de fanáticos no era tan masiva en comparación de otros artistas que vimos este año, por ejemplo The Cure, los seguidores maduros ABC1 por momentos exhibían el mismo fervor de las adolescentes que suspiran con One Direction. Ninguno de los distintos sectores de campo y plateas del estadio de GEBA superaba los dos tercios de su capacidad, pero la gente estaba realmente enfervorizada, e incluso había algunos exaltados con banderas y hasta carteles luminosos.

Apenas pasadas las 21, el público se sacó la ansiedad de décadas y tuvo frente a sí al "Jefe" tocando una selección de 30 temas, incluyendo una generosa selección de su "greatest hits", ejecutados con toda la furia en versiones extralargas y provistas de arreglos asombrosos pensados para que estas tres horas se convirtieran en un explosivo show del mejor rock & roll. Por supuesto, también hubo muchos temas nuevos, lo que no estuvo nada mal ya que el último disco, "Wrecking Ball", de 2012, tiene canciones excelentes, como dos de las que abrieron la noche "We Care Of Our Own" y el pegadizo tema irlandés "Deathtomy Hometown". Pronto empezaron a aparecer clásicos como "No surrender" y los fanáticos deliraron.

Con los primeros hits de discos esenciales como "Born To Run", "Nebraska" o "Born In The USA" , cuyo tema homónim formó parte, mucho más tarde, de la larga tanda de bises. Tal vez lo mejor del recital y más intenso para el público y para la super banda, fue el final de la primera hora de concierto, cuando no hacía falta ser un verdadero fan de Springsteen para apreciar la potencia de ese ese grupo de 20 músicos talentosos llevando excelentes temas como "Spirit In The Night", "Cover Me" o "She's The One" a su máxima expresión, luciéndose tanto individualmente como un todo rockero. Justamente esta última canción fue uno de los momentos culminantes del show, ya que una de las cualidades de la música de Bruce Springsteen siempre ha sido homenajear a sus ídolos, ya sea The Who, Bob Dylan, los Rolling Stones, Chuck Berry, o en el caso de "She's the one", al pionero del ryhtmn& blues y el rock' n roll de los '50 Bo Diddley, marcando el ritmo inconfundible del autor de "I'm A Man" y "Who Do You Love" con todos los músicos de esta increíble E Street Band, formidable desde el detalle esencial que tiene dos guitarristas legendarios, Stevie van Zandt (convertido en una celebridad por la serie "Los Soprano") y el músico de culto Neils Lofgren, colaborador de Neil Young y famoso por mezclar dementes acrobacias en sus performnces (aquí se convirtió en una especie de trompo-violero para su impresionante solo en "Because The Night", escrita para Patti Smith).

Todos los músicos tuvieron oportunidad de lucirse, con más espacio para algunos de los miembros jóvenes, como el saxofonista Jake Clemons, no sólo por su funky, sino porque es el sobrino del difunto fundador de la E Street Band, Clarence Clemons. Y esto pese a que promediando el concierto, daba la sensación de que Springsteen no estaba aprovechando todo el talento que se exhibía en aquel escenario. En cambio, se concentraba sólo en temas lentos en los que él era casi el único protagonista.

Por suerte eso fue sólo un impasse, es decir unos 45 minutos dada la extensión del asunto, y pronto estos rockeros veteranos empezaron a arremeter con canciones del calibre de "Born To Run", "Boby Jean", "Glory Days", y "Dancing In The Dark" sólo para mencionar unos de los momentos más aplaudidos del apoteótico final.

Salvo dos gigantes pantallas y una pasarela que permitía que "The boss" se paseara entre sus fans, no hubo nada parecido a una puesta interesante de concierto de rock. Sí muchos momentos coloridos, como Springsteen explicando que quería cantar algún tema argentino pero que le daba vergüenza no haberlo ensayado bien (en Chile había cantado uno de Victor Jara). Prometió tocarlo antes de irse de Buenos Aires y colgarlo en la web como bonus de su show.

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