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El subsecretario de Hacienda, Julio Dittborn, aseguró en esta jornada que "siempre" ha estado "a favor del diálogo y en contra de los paros, por razones obvias, porque es de gente civilizada".
"Les pedimos a los trabajadores que comprendan que para el Gobierno es muy difícil que no habiendo cerrado un presupuesto de la nación en el parlamento y estando aún en discusión algunos parámetros tan importantes como el crecimiento económico, es imposible dar un reajuste con un monto determinado", añadió.
En tanto, el presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), Raúl de la Puente, conminó a los ministros de Hacienda, Felipe Larraín; y de Trabajo, Juan Carlos Jobet, a hacerse parte de la negociación.
De la puente ya había calificado durante el inicio de la jornada de paralización, que la posición del Ejecutivo era "indignante" para los trabajadores.
"Vamos a dar esta lucha hasta el final, hasta lograr una remuneración y un ajuste digno para todos los trabajadores", afirmó el dirigente.
Al paro también se adhirieron unos 2.400 trabajadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que iniciaron una movilización en demanda de mejoras en sus condiciones laborales y que afectó principalmente a las terminales aéreas.
Esta primera jornada de huelga estuvo marcada también por una marcha en el centro de Santiago que terminó sin incidentes y convocó a unas 2.000 personas según Carabineros, aunque los organizadores cifraron la concurrencia en poco menos de 10.000 personas.
Los miles de funcionarios municipales mantendrán la medida de fuerza pese al anunció que realizó este martes el presidente Sebastián Piñera de enviar un proyecto de ley que busca equiparar las asignaciones que reciben los municipales, con las de los empleados públicos.
En pleno centro de Santiago y frente a varias torres de departamentos se acumulan toneladas de basura que no han sido recogidas y que están creando un problema sanitario en los transeúntes y en los propios residentes de la edificios.
Juan León, conserje de unos los edificios afectados señaló a Efe que ya se hace difícil respirar por el fuerte olor (gas metano) que despide la descomposición de la basura.
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