15 de mayo 2014 - 12:39

Abrió sus puertas en Nueva York el museo para recordar el 11-S

Obama dijo que será un lugar sagrado de esperanza y sanación.
Obama dijo que será "un lugar sagrado de esperanza y sanación".
Trece años después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, abrió sus puertas en Nueva York el museo dedicado a las casi 3.000 víctimas del ataque contra las Torres Gemelas derribadas por dos aviones.

El presidente estadounidense, Barack Obama, el alcalde de la ciudad Bill de Blasio y familiares de los fallecidos durante los ataques participaron en la ceremonia de inauguración del museo situado directamente en la Zona Cero, donde una vez se levantó el Word Trace Center.

"El verdadero espíritu del 11 de septiembre es el amor, la sensibilidad y el espíritu de sacrificio", dijo Obama.

"Este museo es un lugar sagrado de esperanza y sanación. Estamos ante 3.000 víctimas inocentes; hombres, mujeres y niños, de todas las razas y religiones, de todas las partes del mundo", agregó. El museo cuenta su historia para que no sean olvidados.

"Estados Unidos es una nación íntegra y valiente. Nada puede hacernos caer", añadió el presidente.

El exalcalde de la ciudad Michael Bloomberg habló del museo como un lugar para celebrar a las víctimas, los voluntarios y el valor. A algunos les podrá resultar difícil caminar por el museo. "Pero será imposible no dejarse inspirar", añadió.

El museo costó 700 millones de dólares y se calculan unos 60 millones de dólares anuales para su conservación. La entrada costará 24 dólares.

El edificio geométrico, de grandes ventanales espejados y construido junto a las dos enormes albercas del memorial del 11-S puede parecer modesto, casi íntimo, con un sólo piso visible desde el exterior, comparado con los rascacielos que lo rodean.
Pero una vez dentro, tiene una profundidad de 20 metros y 10.210 m2, donde pueden verse dos exposiciones.

La primera muestra, denominada "In Memoriam", rinde tributo a los 2.977 muertos en esos ataques con aviones de línea secuestrados por terroristas y las seis víctimas mortales del anterior atentado contra el WTC del 26 de febrero de 1993.

La segunda exposición, "Histórica", cuenta lo ocurrido el 11 de septiembre en los tres lugares de los atentados (Nueva York, Washington y Pensilvania), explorando además las razones de los mismos y examinando sus consecuencias hasta el día de hoy.

La historia es contada a través de miles de objetos personales, restos de los edificios, fotografías, grabaciones de video y audio y testimonios en primera persona.

El visitante, que no tiene derecho a tomar fotos, escucha los últimos mensajes telefónicos dejados por personas atrapadas en los pisos superiores a sus familiares o amigos.

Un carro de bomberos con la escalera deformada permite comprender el sacrificio de los 343 miembros del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY, según sus siglas en inglés) muertos en el infierno de fuego y acero durante el derrumbamiento de las torres.

Dejá tu comentario

Te puede interesar