31 de mayo 2014 - 20:43

"Smata no avala esta toma violenta"

Ricardo Pignanelli, titular del gremio
Ricardo Pignanelli, titular del gremio
El secretario general de Smata, Ricardo Pignanelli, afirmó que es responsabilidad "de la empresa y del gobierno provincial" la resolución del conflicto en la planta de la autopartista Gestamp, y advirtió -antes que se supiese de la conciliación obligatoria- que de no haber una solución antes del jueves "voy a poner veinte mil mecánicos en la Panamericana para resolverlo por nuestros propios medios" al tiempo que condenó a la protesta que denominó como violenta.

El titular del sindicato de mecánicos explicó a Télam que los 500 trabajadores de la planta ubicada en el partido de Escobar se retiraron "en resguardo de su propia seguridad, y están todos los días en la seccional de Smata esperando que se resuelva el conflicto para volver a trabajar".

Asimismo, puntualizó que Smata "no avala esta toma violenta", y denunció que se llevó a cabo "con la complicidad de algunos partidos políticos y sus dirigentes, en particular del Partido Obrero, que en lugar de estar trabajando en sus bancas para resolver los problemas, traen los problemas a las fábricas".

"Hoy a esta hora, dentro de la planta hay 9 trabajadores y un grupo de dirigentes de esos partidos", contó el dirigente sindical, e instó a las autoridades de la provincia de Buenos Aires a tomar cartas en el asunto, porque "no puede ser que nueve compañeros engañados por los cantos de sirenas de estos vivos, tengan en vilo a más de diez mil trabajadores".

"La empresa y el gobierno provincial son los que nos tienen que garantizar la seguridad, además de resolver este confilctó", enfatizó Pignanelli, y anunció que si esto no se soluciona en los próximos días, "me van a obligar a poner 15 mil mecánicos en la Panamericana el jueves o viernes para resolverlo por nuestros propios medios".

"Si quieren que nosotros garanticemos la seguridad en Gestamp, no tengo ningún problema, pero me parece que nosotros no estamos para eso", agregó.

El conflicto de Gestamp, que comenzó en abril con la suspensión de 67 operarios, se agravó esta semana cuando un grupo de nueve empleados ingresaron de noche a la fábrica y tomaron la grúa puente, impidiendo que el resto de sus compañeros pudiera continuar con la producción.

En este marco, Pignanelli aclaró que "en todo momento la postura del sindicato fue preservar las fuentes de trabajo y al mismo tiempo no detener la producción, porque sabemos que eso impacta en las automotrices".  

Por último, consultado por el reciente llamado a conciliación obligatoria del ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, Pignanelli se mostró escéptico y explicó que al tratarse de "un conflicto pluripersonal", si el llamado a conciliación no incluye un pedido a la justicia para que intervenga de inmediato, el mismo "no tiene ningún sentido".

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