26 de enero 2015 - 15:36

Advertencia de la UE y FMI al nuevo ejecutivo heleno

La Unión Europea se mostró firme este lunes con el partido de izquierda griego Syriza, tras su histórica victoria en las urnas con la promesa de "dejar atrás la austeridad", que si quiere seguir en la zona euro tiene que cumplir sus compromisos.

A la par, la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo en una entrevista a un periódico que el país heleno debe respetar las normas de la zona euro y no puede exigir un tratamiento especial para su deuda.

Desde la canciller alemana, Angela Merkel, pasando por el presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, hasta el primer ministro finlandés, Alexander Stubb, los defensores de la austeridad instaron al flamante primer ministro griego, Alexis Tsipras, que tiene que respetar sus compromisos tanto de deuda como de reformas si quiere que sus socios sean flexibles.

Al quedarse a dos escaños de la mayoría absoluta, el líder de Syriza, de 40 años, alcanzó este lunes un acuerdo con un pequeño partido de derecha, también opuesto a las políticas de rigor impuestas por los acreedores internacionales, que le permitió jurar su cargo como primer ministro ya este lunes.

Tras la victoria del domingo, Tsipras anunció su intención de "negociar" con los acreedores del país "una nueva solución viable, que beneficie a todos".

Pero algunos mandatarios europeos se mostraron este lunes inflexibles. "Pertenecer a la zona euro significa que hay que respetar el conjunto de los acuerdos", dijo este lunes Jeroen Dijsselbloem al llegar a una reunión ministerial del Eurogrupo en Bruselas. "Sobre esta base estamos listos para trabajar con ellos", agregó.

Uno de los problemas más acuciantes de Grecia es su gigantesca deuda, que alcanza el 175% de su PBI, pero para Dijsselbloem no es un problema urgente y dudó de que encuentre "mucho respaldo" para perdonar más deuda al país heleno.

Alemania, uno de los principales acreedores de Grecia junto con Francia, descarta esta idea y también pidió respeto a los acuerdos.

"En nuestra opinión es importante que el nuevo gobierno tome medidas que preserven la recuperación económica de Grecia", dijo Steffen Seibert, portavoz de Merkel. "Ello implica que los compromisos adquiridos deben ser respetados", añadió.

En el mismo sentido se pronunció el primer ministro finlandés. "No estamos listos para borrar la deuda griega... Pero evidentemente estamos listos para debatir diversos programas", indicó Alexander Stubb, que dijo esperar que Atenas cumpla, aunque se mostró dispuesto a "prolongar el plazo de los préstamos".

Por su parte, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, instó a Grecia a "a hacer sus reformas". La exposición de España a la deuda griega, según el ministro, se eleva a 26.000 millones de euros, lo que gasta su país "en un año de prestación de desempleo". Guindos recordó que Grecia se ha beneficiado de "cuatro modificaciones de sus condiciones de financiación (...) alargamos plazos, redujimos tipos de interés".

Por su parte, la directora del FMI dijo al diario Le Monde que "hay reglas internas en la zona euro que deben ser respetadas. No podemos hacer categorías especiales de ese tipo para cada país".

Lagarde añadió que Grecia aún necesita realizar reformas clave, tales como la recaudación de impuestos y la reducción de los causas judiciales pendientes. "No es una cuestión de medidas de austeridad, se trata de reformas en profundidad que quedan por hacer", sentenció.

Desde 2010, Grecia recibe asistencia financiera. La UE y el FMI otorgaron 240.000 millones de euros en préstamos a cambio de un programa de reformas y una austeridad draconiana que han empobrecido a los griegos y han disparado el desempleo.

Los ministros analizaban este lunes las opciones posibles y la "sostenibilidad de la deuda".

"No vamos a escapar a una renegociación", reconoció una fuente europea en Bruselas. El nivel actual de la deuda "no es sostenible" y "cualquier solución que no pase por una real reducción de la deuda sólo provocará una nueva crisis en Grecia", afirmó Jesús Castillo del banco Natixis.

De la misma opinión es Paul De Grauwe del London School of Economics. La no reducción "condenaría a Grecia a varios años difíciles y se favorecerían los movimientos políticos extremistas", piensa.

Entre Merkel y Tsipras "habrá una partida de póquer apasionante", anticipa Julian Rappold, del instituto alemán de política exterior, que subraya que Berlín tendrá que hacer "concesiones".

"El partido de ajedrez acaba de comenzar", estiman los analistas de ING. "La situación griega necesita diálogo" sobre "las reformas", el "mejor camino para permitir a Grecia hallar nuevamente la estabilidad y el crecimiento", estimó por su parte al llegar a Bruselas el ministro francés Michel Sapin.

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