6 de enero 2016 - 14:56

Represión de 2001: defensa de policía dijo que su rol era el de "che pibe"

La defensa de uno de los policías acusados en el juicio oral y público por la represión de diciembre del 2001 buscó deslindar la responsabilidad de su defendido en el crimen y las tentativas de homicidio que se le imputan, al asegurar que es juzgado "sólo por cumplir una orden" y que su rol fue el de "una especie de che pibe".

Se trata de Mario Seia, uno de los 9 policías federales acusados de disparar escopetas cargadas con postas de plomo contra las personas que se encontraban en una de las plazoletas de la Avenida 9 de Julio, entre Sarmiento y Perón.

En el marco de ese hecho, ocurrido el 20 de diciembre del 2001, resultó muerto Alberto Márquez y heridos de gravedad Martín Galli y Paula Simonetti.

"Seia era una especie de che pibe. Ésa era la función que cumplía el 20 de diciembre en el móvil que le tocó estar", aseguró el abogado defensor ante el Tribunal Oral Federal 6.

Allí, aseguró que su cliente "desempeñaba funciones meramente administrativas" dentro de la fuerza por su condición de contador, con lo cual "lo único que hizo ese día fue cumplir con las órdenes de quien tuvo como jefe, que era el jefe del móvil, Carlos López".

De este modo, la defensa apuntó contra otro de los nueve policías que participaron de ese operativo realizado sobre la Avenida 9 de Julio, que es quien conducía el Fiat Palio a bordo del cual se desplazaban junto a otros dos policías, todos con armas largas. A ese vehículo se sumaban otros dos en los que se desplazaban los demás policías que protagonizaron la balacera sobre la Avenida 9 de Julio que terminó con la vida de Márquez e hirió gravemente a otros dos manifestantes.

"A un subordinado le queda poco margen para discutir una orden; y ese día mi defendido era un subordinado porque no tenía la preparación de oficial sino que era un profesional que cumplía con una labor profesional dentro de la fuerza, como contador público nacional", sostuvo su abogado.

En este marco, relató que "de boca de López", Seia había recibido la orden "cambiarse de ropa, porque estaba con traje, como lo estaba habitualmente". "Seia se puso ropa sencilla, de calle y, luego López, le ordenó ir a la armería a buscar un arma. Seia no sabía siquiera adónde estaba la armería", afirmó el abogado.

También, sostuvo que López le dijo a su cliente que tuviera "cuidado" con ese arma porque, "cuando era usada con balas de goma, podía trabarse" y que le aseguró que la llevaría "con fines disuasivos".

Las declaraciones se realizaron en el marco de la audiencia que se celebró esta mañana en los Tribunales Federales de Comodoro Py 2002, y que, tras un cuarto intermedio serán retomadas esta tarde para continuar mañana jueves y el viernes. 

De acuerdo con lo previsto, tras la finalización del alegato de la defensa de Seia, para quien la fiscalía pidió una pena de 12 años de prisión- continuará la de Omar Bellante, quien era subcomisario de la Seccional 51ra y está acusado por el encubrimiento del crimen de Gustavo Ariel Benedetto, ocurrido en la puerta del Banco HSBC de la Avenida de Mayo y Maipú.

Para él, en su alegato del 18 de diciembre último, la fiscalía pidió una pena de 3 años de prisión por considerar probado que la muerte de Benedetto fue producto de disparos efectuados desde el interior de la entidad bancaria por personal policial a su cargo, y que -como superior- no denunció el hecho ni realizó ninguna medida tendiente a preservar las pruebas del homicidio.

En tanto, en la audiencia prevista para mañana jueves, será el turno de las defensas de los imputados Norberto Pablo Sabbino, Jorge Daniel Toma y Víctor Manuel Belloni.

En este juicio, además de los 13 policías, se encuentran imputados el entonces secretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, Enrique Mathov; el ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos; el ex superintendente de Seguridad Metropolitana Raúl Andreozzi; y el ex director general de Operaciones de la Federal Norberto Gaudiero.

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