Nueva tragedia en el Mediterráneo: al menos 400 muertos al colapsar embarcación
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Según la emisora, cuatro barcazas que habían partido de Egipto con más de 400 personas a bordo habrían volcado y solo una treintena se habría salvado.
Fuentes egipcias sostuvieron, sin embargo, no tener por el momento informaciones.
Una versión diversa la dio el ministerio de Información somalí, corrigiendo los números de la BBC, que en cambio habían sido confirmados por el presidente, por el premier y por el titular del Parlamento en un comunicado, indicando que eran 200 las personas ahogadas, la mayor parte de nacionalidad somalí.
Por último, una ulterior versión de lo sucedido salió del portal somalí Goobjoog News que citaba a un hombre que aseguraba ser uno de los sobrevivientes del naufragio.
"A bordo -relató Awale Warsame - éramos unos 500 pasajeros, la mayor parte somalíes, pero solo 23 nos salvamos. Los sobrevivientes, incluido yo, nos quedamos en el mar durante cinco días, agarrados a pedazos de madera de la barcaza para mantenernos a flotes antes de ser rescatados".
Según su relato, los traficantes habían cargado a los inmigrantes en la embarcación cerca de Alejandría de Egipto el pasado 7 de abril y cinco días después tuvo lugar el incidente.
"Fuimos salvados por una nave filipina cerca de una isla griega", añadió Warsame.
En espera de confirmaciones oficiales del naufragio, sigue habiendo un dato irrefutable: el cierre de la ruta balcánica y el acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía para bloquear las salidas hacia las islas griegas, está haciendo que los miles de desesperados que huyen de guerras y hambre se desplacen hacia el norte de Africa y el Mediterráneo central, con el objetivo de llegar a tierra italiana.
Ya son más de 24.000 los inmigrantes que han desembarcado en Italia, el doble que el año pasado, y los números de las últimas semanas indican que están aumentando las salidas de Libia,
Egipto y también Túnez, como lo demuestra la barcaza que llegó hoy a Sant'Antioco, en Cerdeña, con 16 tunecinos y argelinos.
Pero la del Mediterráneo central sigue siendo la ruta más peligrosa, pese al dispositivo italiano y europeo desplegado ante las costas de Libia.
Y no en vano las Organizaciones No Gubernamentales vuelven a reiterar la necesidad de abrir canales seguros legales y corredores humanitarios para consentir a los solicitantes de asilo alcanzar Europa sin desafiar el mar.
En esa ruta se sigue perdiendo vidas, como lo demuestran los seis cadáveres hallados a bordo de un bote inflable socorrido el pasado domingo por la nave Aquarius, de la ONG Sos Mediterrannee.
Tras haber rescatado a los vivos -108 personas- se trató de trasladar a bordo a las víctimas, pero la embarcación se dobló y se hundió. No está claro si se trataba de las únicas víctimas: los inmigrantes hablaron de 130-140 personas a bordo antes de la salida de Sabrata.
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