De la mano de Tevez, Boca se metió en cuartos
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Y sin embargo sí, Cerro Porteño encontró razones para soñar. Las encontró, fundamentalmente, en el sector derecho de la defensa de Boca, donde Leonardo Jara dejó espacios evidentes y mostró falencias para la marca. Por allí llegó el empate, también rápido, a los 12: Leal desbordó, envió el centro y Rodrigo Rojas marcó el 1 a 1.
En el marco de un típico partido de Copa Libertadores, enredado, poco claro; y una paridad también favorecida por el estado calamitoso del campo de juego (mucha arena, a tono de las denuncias unánimes de los futbolistas sobre una pelota que parece de voley playa); las emociones llegaron por una carencia coincidente: defensas flojas.
No le alcanzó a Boca con el esfuerzo de Daniel Díaz y Juan Manuel Insaurralde para cubrir los errores de Jara y de Christian Erbes en el medio: Cerro Porteño se acercó con peligro un par de veces y estuvo a tiro del 2 a 1 que llevaba la definición a los penales. A los 28, de hecho, Cecilio Domínguez estrelló un remate en el palo izquierdo del arco de Agustín Orión.
Y tampoco le alcanzó con los destellos de Tevez o el buen partido de Carrizo para generar riesgo en el otro arco, con lo que la igualdad con la que llegó al descanso le preservó la ventaja del choque de ida y terminó siendo buen negocio.
Los primeros 20 minutos del complemento construyeron el mejor pasaje del partido con dos abanderados: Tevez de un lado y Domínguez del otro. Y hubo ocasiones de gol en ambos arcos. Orión tuvo algunas intervenciones notables (tiro libre de Luis Leal, mano a mano con Domínguez, remate de Rojas); y no tanto los méritos de Anthony Silva sino errores en la definición le negaron la ventaja a Boca.
Así fue hasta que apareció Tevez. A los 27 minutos, el "Apache" construyó una buena jugada invidivual, hizo la pausa justa y habilitó a Pavón para, ahora sí, el 2 a 1. Con ello se fue el partido. Cerro Porteño ya no tuvo fuerzas para dar vuelta la historia y Boca, como broche, amplió el marcador al 3 a 1 con un gol de Pablo Pérez, una caricia ante tanto cuestionamiento.
Boca cosechó su triunfo 140 en la historia de la Copa Libertadores y volvió a meterse entre los ocho mejores del continente después de tres años. Y ahora, más allá de la preocupación que le dejó el aspecto defensivo de su juego, va por más.
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