23 de julio 2016 - 14:18

El tirador de Munich estaba obsesionado con las masacres

Ali David Sonboly. En el registro de su habitación se hallaron recortes sobre masacres.
Ali David Sonboly. En el registro de su habitación se hallaron recortes sobre masacres.
El ataque perpetrado el viernes en Munich que deja un total de diez muertos, entre ellos el propio autor del tiroteo, Ali David Sonboly, es a ojos de los investigadores un "tiroteo clásico" que no tiene ningún tipo de conexión con la organización terrorista Estado Islámico, dijo el jefe de la policía de Múnich, Hubertus Andra.

La Policía apuntó a la posible influencia de Anders Behring Breivik, el noruego que hace justo cinco años asesinó a 77 personas, en el joven germano-iraní que ayer protagonizó un tiroteo mortal en la capital bávara.

"Cuando alguien se interesa de forma tan intensa por ataques masivos y de locura seguro que Breivik también ha desempeñado un papel", reconoció el jefe de la Policía de Múnich, Hubertus Andra, quien recordó que ayer se conmemoró el quinto aniversario de la matanza de Oslo y Utøya.

Andra reconoció que no hay indicios que apunten a que noruego sea el inspirador del ataque, pero señaló que si se suma el hecho del aniversario y el interés del tirador por ese tipo de actos "hay que asumir que también se ocupó del tema Breivik".

"Esa relación digamos que es obvia", añadió.

El agresor, Ali David Sonboly, un estudiante de 18 años nacido y criado en Alemania, actuó en solitario, dijeron las fuerzas de seguridad. Las investigaciones indican que no hay indicios de que el joven pudiese haber podido contar con cómplices para perpetrar el ataque.    

El joven, que acabó suicidándose, utilizó una pistola ilegal del calibre 9 para cometer el crimen. En el interior de su mochila las fuerzas de seguridad hallaron 300 balas.    

Durante el registro de su habitación se encontraron además evidencias de su interés por anteriores matanzas, de las que recopilaba información.    

"El tema de los tiroteos lo mantenía intensamente ocupado", dijo el jefe de policía de Múnich.    

Las fuerzas de seguridad creen que el atacante podría sufrir problemas psiquiátricos. El fiscal Thomas Steinkraus-Koch, que también compareció en la rueda de prensa, dijo que podría sufrir alguna enfermedad de tipo "depresivo", pero no dio más detalles.

En el registro de su habitación no se halló nada que apunte al terrorismo yihadista y en cambio sí a casos de matanzas por locura, como recortes de periódicos sobre operaciones policiales y un libro titulado "Amok, porque matan los estudiantes".

Los medios locales, citando fuentes cercanas a organismos de seguridad, han asegurado además que el joven tenía problemas escolares y que era aficionado a los videojuegos violentos.

Estos medios apuntan asimismo a que el joven tendía a glorificar a Tim Kretschmer, un joven de 17 años que, en 2009, irrumpió armado en su antiguo colegio en la localidad de Winnenden (suroeste de Alemania) donde empezó una matanza que le costó la vida a 15 personas y luego se suicidó.

La policía estudia si el autor del tiroteo pirateó una página de Facebook para invitar a conocidos a la hamburguesería en la que comenzó a disparar.

El autor de la matanza de Munich tenía "desórdenes mentales" que "no eran irrelevantes", dijo por su parte el ministro de Interior de la región de Baviera, Joachim Hermann.  

"Tenemos indicios de que el autor de los hechos de Munich tenía trastornos mentales no irrelevantes", afirmó Hermann, en la rueda de prensa con el presidente alemán Horst Seehofer, tras una reunión extraordinaria de autoridades en Munich.

Fuentes de seguridad citadas por la prensa alemana indicaron que el asesino había tenido problemas en la escuela y se supo que el pasado viernes no había superado un examen final. 

Sobre la base de la información de inteligencia, se supo que estaba tomando antidepresivos y estaba en tratamiento psiquiátrico.

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