Durante este acalorado tiempo de campaña no han faltado propuestas sobre cómo responder al reto de la inmigración en nuestra frontera sur. Construir muros. Deportar a personas de manera masiva. Y todo acompañado por una retórica inflamada contra los inmigrantes.
La migración desde América Central es un problema sin soluciones fáciles.
Estas ideas empañan nuestros más firmes valores e ignoran nuestra preciada historia como una nación de inmigrantes donde los pobres y los vulnerables cuentan con una oportunidad justa para lograr el sueño estadounidense.
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