25 de agosto 2016 - 00:00

Tras el rally de los bonos, ahora le toca a los bancos

La sostenida suba que desde ya hace tres años que tienen los bonos argentinos llevó a los precios a tal nivel que los inversores empiezan a notar que les queda poco recorrido. Parte de esa demanda que se mantiene firme por activos argentinos en los mercados internacionales vuelve ahora a canalizarse a las acciones. La evolución de los principales papeles bancarios así lo demuestra. Ayer fue una jornada de fuertes subas que llegaron hasta al 3%. Pero lo más notorio es que en los tres días que van de esta semana las ganancias acumulan un 6%. Pensando en el blanqueo, semejante evolución permitió recuperar más de la mitad de la penalidad en pocos días.

El freno de la Corte Suprema al ajuste del gas alejó al mercado de las acciones relacionadas con servicios regulados, buscando alternativas más "puras". El contraste de la jornada de ayer fue muy claro, con la acción de Edenor cayendo más del 1%, mientras que YPF operó neutro. Del otro lado, el ADR de Banco Galicia rozó los u$s 31, ganando un 2,9%, Francés subió el 2,8% y Macro un 2,2%. Hay varios factores en danza:

Las tasas en el mundo se mantienen muy bajas y los inversores buscan opciones de mayor riesgo.

Las Bolsas de la región traccionan. Los mercados latinoamericanos tuvieron excelentes comportamientos, como Lima o San Pablo. Por lo tanto, la suba en dólares de las acciones argentinas no luce exagerada.

En junio del año que viene sería un hecho que la Argentina será recalificada como país "emergente", abandonando la categoría actual de "fronterizo". Esto generaría un fuerte flujo de inversiones, ya que muchos fondos internacionales tendrán que incorporar acciones argentinas para que el portafolio represente el índice MSCI que elabora Morgan Stanley.

El blanqueo también representa una demanda potencial adicional, ya que algunos inversores interesados en entrar el sinceramiento fiscal encuentran que los bonos ya están muy altos y buscan otras opciones asumiendo riesgo argentino. En definitiva, también los títulos largos (que son los que más rinden) tienen un peligro concreto de volatilidad en sus precios que podría provocar pérdidas de capital.

Desde el punto de vista de los "fundamentals", las ganancias de los bancos justifican sus precios actuales, ya que las ganancias son crecientes. La mayor fuente de utilidades son las inversiones en pesos (Lebac, por ejemplo) y comisiones. Sin embargo, la baja de la inflación y de las tasas provocaría cambios en el modelo de negocios para sostener esos niveles de rentabilidad.

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