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La reunión de hoy del Consejo, convocada de urgencia por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, según fuentes diplomáticas, es la segunda en una semana tras la realizada el 17 de septiembre, a puerta cerrada, citada a iniciativa de Rusia a raíz de un ataque estadounidense contra unidades del Ejército sirio que causó decenas de muertos y que Washington atribuyó a un error.
Estados Unidos, en tanto, denunció que los aviones militares rusos y sirios lanzados en las últimas 72 horas dirigieron al menos 158 ataques contra el este de Alepo, lo que su embajadora ante la ONU, Samantha Power, calificó como una ofensiva "sin precedentes".
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, la muerte de más de una docena de civiles, al menos dos de ellos niños, registradas en las últimas horas (desde la medianoche de ayer hasta las primeras horas de hoy), se produjeron por los bombardeos de helicópteros del Ejército sirio y la aviación de guerra rusa sobre barrios en el norte de la Alepo.
Las zonas golpeadas fueron las de Bab el Hadid, Qadi Askari y Bustan al Basha, así como otras áreas de la urbe que estaban en manos de algunas de las agrupaciones islamistas que componen el amplio arco de grupos rebeldes que combaten entre ellas y contra el gobierno de Bashar Al Assad.
Los bombardeos de aviones militares se reanudaron contra varios barrios, después de varias horas de pausa en la madrugada de hoy, según el Observatorio.
La aviación militar tuvo como objetivo las zonas de Bustan al Qasr, Bab al Nairab, Salahedin, Al Furdus, Masakin Hananu y Al Yazamati, lo que causó un número indeterminado de heridos y podría haber asimismo víctimas mortales, advirtió la ONG con sede en Londres y una red de informantes in situ.
Por otra parte, las facciones armadas islamistas, apoyadas por Turquía, recuperaron el control de la localidad de Kadrish, ubicada al norte de la convulsionada ciudad, después de enfrentamientos con el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Las facciones islámicas rebeldes lograron recuperar el control del estratégico campo de refugiados palestino de Handarat, en el norte de Alepo, luego que ayer les fuera arrebatado por el Ejército.
El Observatorio informó que los insurgentes lanzaron varios contraataques y bombardearon con artillería al ejército y a la milicia aliada Jerusalén Palestino, en combates que causaron un número indeterminado de muertos y heridos en las filas de ambos bandos.
La estratégica posición de este campo de refugiados de Handarat, que cambió de manos dos veces en apenas 24 horas, permitía a las autoridades estrechar el cerco a los barrios opositores del este de Alepo y asegurar el Camino del Castelo, la vía de abastecimiento en el norte de la urbe.
El sábado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró "consternado" por los ataques de las últimas horas en Alepo y dijo que se trata de un "día negro" en los compromisos para proteger la vida de los civiles.
Los cancilleres de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido y la Unión Europea (UE) pidieron ayer a Rusia "demostrar su voluntad" de salvar el alto el fuego en Siria y de que la ayuda humanitaria llegue a las zonas asediadas.
También hicieron un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU a "adoptar nuevas medidas urgentes para hacer frente a la brutalidad" del conflicto sirio, y en particular al continuo bombardeo de que es objeto la ciudad de Alepo.
Alepo se la disputan el Ejército y grupos rebeldes que combaten contra el presidente Bashar Al Assad desde el verano de 2012, cuando los insurgentes conquistaron amplias áreas de la urbe, la segunda de Siria y una de las más castigadas por el conflicto que se inició en marzo de 2011 y dejó centenares de milos de muertos y millones de desplazados.
Los enfrentamientos de este domingo confirman el retroceso de los esfuerzos diplomáticos que buscaban alcanzar algún tipo de acuerdo político para poner fin a los combates en la desangrada nación árabe.
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