27 de septiembre 2016 - 00:00

Trump y Hillary chocaron fuerte ante audiencia de 100 millones

El debate fue áspero y pleno de chicanas y golpes de efecto. Él explotó su histrionismo; ella, su experiencia.

Contrastes. Donald Trump y Hillary Clinton comenzaron anoche su primer debate por TV con un tono contenido, pero poco a poco fueron aflorando fuertes diferencias entre ambos.
Contrastes. Donald Trump y Hillary Clinton comenzaron anoche su primer debate por TV con un tono contenido, pero poco a poco fueron aflorando fuertes diferencias entre ambos.
Nueva York - La demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se enfrentaron ayer por primera vez en un acalorado debate presidencial, que expuso sus fuertes diferencias de estilo y programa en temas sensibles como libre comercio, impuestos, política exterior, seguridad y otros.

El debate de 90 minutos, el primero de tres previstos, transcurría al cierre de esta edición en la Universidad Hofstra en Long Island, Nueva York, con una adiencia estimada de cien millones de espectadores.

El primer tramo estuvo marcado por los tratados de libre comercio, en un intercambio que fue creciendo en intensidad, con un Trump histriónico y cada vez más a la ofensiva. Este reiteró su oposición a acuerdos como el NAFTA que une a EE.UU. con México y Canadá, e insistió en la necesidad de renegociar aquellos pactos que considera "defectuosos". Su conocida retórica antimexicana quedó flotando en el aire.

"Tenemos que evitar que nuestras empresas se vayan del país y sigan eliminando empleos", dijo.

Clinton, por su parte, defendió los "pactos comerciales inteligentes y justos" y advirtió que, según proyecciones de economistas, el plan de recortes impositivos del republicano, además de beneficiar a los ricos "como él", abultaría la deuda nacional en 5 billones de dólares.

"Fue muy afortunado y creó su primer negocio con 14 millones de dólares de su padre", chicaneó la ex secretaria de Estado a Trump, para descalificar su agenda económica. Desde allí, los ánimos se fueron caldeando y los candidatos comenzaron a interrumpirse.

Cuando la discusión, que iba creciendo en intensidad y perdiendo las formas, viró hacia el incremento de la presión tributaria y de las regulaciones, el magnate obligó a la ex primera dama a tomar distancia del presidente, Barack Obama. Logró incomodarla y hacerle reconocer: "Tenemos visiones diferentes".

Poco después, Clinton logró replicar con un golpe de efecto al descatar que su rival no presentó sus declaraciones de impuestos. "Quizás no pagó sus impuestos federales en años. Quizás no es un entusiasta sobre lo que se puede hacer con los impuestos", sugirió.

Luego, el candidato republicano tomó el guante y logró arrinconarla una vez más al hacerle pedir disculpas por el uso de una cuenta de correo electrónico privada para manejar asuntos de su gestión diplomática.

Agencias EFE, Reuters, AFP y ANSA

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