4 de octubre 2016 - 00:00

Internas en la CGT por bono de fin de año

Gremios como Comercio y Sanidad prefieren $2.000 universales. El transporte pone piso de $5.000 para el plus.

Hugo Moyano
Hugo Moyano
La negociación con el Gobierno por un bono de fin de año disparó una inesperada interna en la CGT. El debate en la central obrera quedará asentado entre los gremios que cada fin de año negocian por su cuenta adicionales y que cuentan con poder de presión, que aspiran en este caso a un plus no menor a los $5.000, y los que tienen menos capacidad y esperan un extra en torno de los 2.000 pesos. Se trata, además, de un debate que se extiende al propio Gobierno, donde áreas como Hacienda ponen en duda el bono y a lo sumo lo sitúan con un tope de $ 700, y otras como Trabajo sugieren atender los montos reclamados por el sindicalismo.

En paralelo con esos tironeos, la habilitación por parte de la administración de Mauricio Macri para negociar esas mejoras y una exención de Ganancias en el aguinaldo abrió interrogantes en gremios que formalmente deben discutir el segundo semestre de sus acuerdos paritarios, como Comercio y los albañiles de UOCRA, y otros que aspiran a sentar a los empleadores a un nuevo debate para complementar las subas pactadas durante el año y que, entienden, fueron superadas por el índice de inflación, como Asociación Bancaria y los metalúrgicos de la UOM.

La CGT está frente al desafío de resolver esas controversias incluso antes de volver a discutir con el Ejecutivo. Entre hoy y mañana habrá una reunión de la mesa chica de la organización para unificar criterios, aunque en la cúpula admitieron que conviven posiciones encontradas y muy difíciles de sintetizar con vistas a un Consejo Directivo que habrá este jueves.

Certeza

La única certeza que atraviesa a la gran mayoría de la dirigencia es la misma con la que sus referentes acudieron al encuentro de la semana pasada con funcionarios en el Ministerio de Trabajo: la idea de un paro antes de fin de año está cada vez más lejos y son muy pocos los que están dispuestos a asumir la responsabilidad de ir a una medida de fuerza nacional contra un Gobierno que no cumplió un año y que conserva niveles aceptables de imagen positiva.

Los "gordos" de los grandes gremios de servicios son, en la interna de la CGT, los más contemplativos con el Gobierno y los que, además, cuentan con menos herramientas para imponer un bono superior a 2.000 pesos en sus actividades. Son los casos de Comercio y Sanidad, y comparten postura con los "independientes" Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (estatales de UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). Con la aspiración de bonos no inferiores a 5.000 pesos aparecen gremios del transporte como UTA (colectiveros), y los relacionados con Hugo Moyano, tanto Camioneros como el de Peajes, de su hijo Facundo. De hecho, Camioneros pactó el año pasado un bonus de $ 5.200 de piso (en algunas ramas llegó a 12 mil pesos) y Facundo acordó para este fin de año un adicional de 13 mil pesos por convenio.

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