21 de octubre 2016 - 00:00

La pelea por el “brexit” tensa la cumbre europea

El acceso al mercado comunitario depende de que Londres ceda en sus posturas de máxima. Pero Theresa May es presionada por parte de su propio gabinete.

PROTAGONISTA. Theresa May lo es en la cumbre de la UE. Una postal del encuentro de ayer, con la canciller alemana Angela Merkel.
PROTAGONISTA. Theresa May lo es en la cumbre de la UE. Una postal del encuentro de ayer, con la canciller alemana Angela Merkel.
Bruselas - Si el Reino Unido quiere un "brexit duro", las negociaciones de divorcio serán "duras", advirtió ayer el presidente francés, François Hollande, en Bruselas, donde su homóloga británica, Theresa May, acudió a su primera cumbre europea.

"Lo dije claramente. ¿Theresa May quiere un 'brexit duro'? Entonces las negociaciones serán duras", advirtió Hollande a su llegada a la cumbre, en referencia a una salida de Reino Unido sin alcanzar acuerdos con sus socios europeos.

El entorno de Theresa May, quien quiso anoche aprovechar la cena con los líderes europeos para confirmar que planea notificar oficialmente la salida a más tardar en marzo próximo, le sacó dramatismo a la respuesta de Hollande.

"Es una negociación. Hay mucho parloteo", dijo una fuente de Downing Street que pidió el anonimato.

El objetivo de May es tranquilizar a sus socios europeos, como aseguró a su llegada a la cumbre: "El Reino Unido se está marchando de la UE, pero seguirá desempeñando un papel completo hasta su marcha y será un fuerte y fiable socio después de eso".

Controles migratorios

Los líderes europeos saludaron que May concretara un calendario de salida, después de que los británicos decidieran en un referendo celebrado en junio dejar atrás más de 40 años de pertenencia al bloque. Sin embargo rechazan de plano la intención de Londres de imponer controles migratorios a los ciudadanos europeos, manteniendo al mismo tiempo "la máxima libertad" de operar en el mercado único del bloque.

Eso, la pretensión de establecer un control migratorio radical y de mantener el libre comercio es lo que el Gobierno británico llama "brexit duro".

Los líderes de varios países le recordaron repetidamente que ambas pretensiones son incompatibles, y advirtieron a Londres que tiene que ir haciéndose a la idea de que pagará un alto precio por el "brexit".

May quiere dejar claro a sus socios que la decisión de salir de la UE es irreversible, pero tratará de convencerlos del interés de lograr "un proceso suave, constructivo y ordenado" de salida, dijo una fuente de su entorno.

La tensión y la incertidumbre sobre el futuro de la economía británica hundieron la cotización de la libra a mínimos históricos.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien almorzará hoy con May, afirmó que no habrá negociaciones antes de que Londres notifique su salida y active así el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

Un problema que afronta May es que ni siquiera su Gobierno tiene una posición común sobre el "brexit", con una parte de sus ministros abogando por una ruptura sin concesiones y otra buscando conservar cuanto sea posible para proteger a la economía.

Agencias AFP y EFE

Dejá tu comentario