23 de octubre 2016 - 11:57

En una tarde soñada, Newell's rompió la racha y se llevó el clásico en cancha de Rosario Central

Newell´s la pasó mal, pero terminó llevándose todo en el clásico ante Rosario Central.
Newell´s la pasó mal, pero terminó llevándose todo en el clásico ante Rosario Central.
Newell's Old Boys, con gol de Maximiliano Rodríguez, derrotó en tiempo adicionado a Rosario Central por la séptima fecha del Campeonato de Primera División y se quedó con el premio mayor, sin merecerlo, en el clásico rosarino que se jugó en el Gigante de Arroyito.

El conjunto dirigido por Diego Osella mantuvo su condición de invicto, reúne 17 puntos y está en lo más alto de la tabla de posiciones. En tanto, Rosario Central se quedó con ocho unidades, muy lejos de su archirrival y el resto de los equipos mejor ubicados.

En materia de merecimientos, el dueño de casa estuvo más cerca que Newell's de llevarse el clásico rosarino. De hecho, hasta el tanto de 'Maxi' Rodríguez, la figura del encuentro era el arquero Luciano Pocrjnic, pero los partidos en fútbol se ganan con goles.

Rosario Central, sin desplegar un buen juego, contó con las mejores ocasiones en el primer tiempo para quebrar el cero en el marcador, especialmente en la primera parte, pero Pocrjnic impidió el grito de gol en un Gigante de Arroyito colmado, con el color que el clásico rosarino ofrece en cada edición.

En situaciones escasas de Rosario Central, el mediocampista Washington Camacho fue protagonista. La primera en la ejecución de un tiro libre (7min) que desvió Pocrjnic.

Luego, José Luis Fernández envió un centro por el sector izquierdo que encontró al ex Racing sin marca, pero su definición, con el arco a disposición, fue errónea (25min).



La gran acción de Pocrjnic en el partido se produjo con una atajada muy buena ante el remate de cabeza de Marco Ruben, cuyo rebote dio en el palo y derivó una vez más en Camacho. El disparo del volante uruguayo fue desviado por el arquero de Newell's, desde el piso, en un gran acto de reflejos (35min).

A todo esto, Newell's, sin un referente en el área, aguantó los embates de Rosario Central, sin desordenarse, a la espera de una contra o un error de en la vereda de enfrente, sin la presión del rival tanto por la posición en el torneo como por la localía.

La segunda etapa, como suele pasar en Rosario cuando el resultado marca la igualdad, generó nervios, miedos y especulación de cada lado.

El equipo dirigido por Eduardo Coudet, quizás frustrado por las situaciones desperdiciadas, no encontró el camino para vulnerar a Newell's y acumuló nombres en ataque con los cambios que no fueron fructíferos.

Cuando el partido se terminaba, un tiro de esquina fue la salvación de Newell's. La ejecución encontró a Joel Amoroso, quien bajó de cabeza la pelota y en descuido enorme de la defensa local, 'Maxi' Rodríguez apareció desde el vértice izquierdo para el grito de gol ante el arquero Sebastián Sosa tapado por dos de sus compañeros.

Rodríguez lo gritó con el corazón, con el alma, se besó la camiseta en reiteradas ocasiones, mientras el Gigante de Arroyito contempló esa escena en silencio, con caras de incredulidad que derivaron en una lágrima en la mejilla en los minutos posteriores a la finalización del clásico.

Todo Newell's lo festejó en la mitad del campo de juego. Desde 2013, pasaron diez clásicos, con cinco derrotas y cinco empates. Además, no convertía desde la fecha 12 del torneo Inicial 2013 cuando con gol de 'Maxi' cayó 2-1 en el mismo escenario donde hoy concretó la hazaña.

El último triunfo 'leproso' se remontaba al Apertura 2008 (1-0) como local y en el Clausura 2008 como visitante (1-0).

La celebración fue de Newell's, un premio excesivo tal vez, pero basado en la efectividad y el orden táctico. La tristeza enmudeció el Gigante de Arroyito y la derrota le agregó más problemas a Rosario Central.

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