24 de octubre 2016 - 22:32

El sur también expone, y lo hace muy bien

"SUREÑOS CONTEMPORÁNEOS", EN LANÚS

Magariños D. Obra perteneciente a “Transmisiones sensibles de un cosmos”.
Magariños D. Obra perteneciente a “Transmisiones sensibles de un cosmos”.
En el edificio histórico de Lanús, donde funcionó el primer municipio, se inauguró en 2014 el Complejo Cultural Leonardo Favio declarado museo en 2016 bajo las siglas MACSUR (Museo de Arte Contemporáneo del Sur). Merece ser visitado por ser un espacio multiplicador de expresiones artísticas en un ámbito que desde su creación ha realizado muestras de alto nivel. En 2014 se inauguró con "Sureños contemporáneos", artistas de la zona sur seleccionados por su curadora permanente, Olga Correa; participaron Fabián Bercic, Marina Curci, Chachio & Giannone, Juan Andrés Videla, Roberto Fernández, Nicolás Pérez, todos de vasta trayectoria y diversas poéticas.

Le siguió "Cromo Sapiens", integrada por Alejandra Barreda, con sus infinitas combinaciones geométricas, la instalación de las sutiles acuarelas de flores que emergen de muebles así como de flores tejidas de Marina Curci, fotografías de Marcelo Gurruchaga, Tadeo Muleiro, que reúnen personajes mitológicos y el cómic de un alto voltaje cromático. "Estandarte" se inauguró en mayo de este año con motivo del Bicentenario y reunió nombres icónicos como los de Justo Lynch, Fernando Fader, Emilio Pettoruti, Raúl Russo, Josefina Robirosa y Antonio Seguí, junto a figuras relevantes de otras generaciones: Juan José Cambre, Carlos Trilnick, Mónica Millán, Carola Zech, Fabián Burgos, Andrea Juan.

La actual muestra, inaugurada en agosto, se titula "Transmisiones sensibles de un cosmos", un conjunto de obras inéditas de Víctor Magariños D. (Lanús, 1924 - Pinamar, 1993). Cuando en 1951 fue becado por la Embajada de Francia, viaja a París, se vincula con Fernand Leger, Max Bill, y Georges Vantongerloo, con quien establecerá un diálogo permanente con su obra y pensamiento. Fue este último quien representó el cambio fundamental al plantear que tiempo y espacio eran inseparables en la concepción del cosmos. Magariños D., en su obra de los 50, reflejó la valoración del espacio como un campo abierto al juego de tensiones dentro del cual aparecieron formas orbitales y planos fugados en profundidad. (De su archivo particular "Documentos a los pintores del mundo").

La muestra incluye grafitos, tinta china y aguada, tinta china y témpera, témperas con grafitos, papeles, cartón enyesado, pintura acrílica y calco, exquisitos trabajos que se relacionan con las leyes del cosmos, algunos sin fechar, y otros correspondientes a diversos períodos que revelan, una vez más, su intensa labor. Magariños D. fundó Grupo Joven en 1946 y, en una carta publicada en Clarín en 1973, señalaba que ese grupo "libró una batalla frontal... Había algo sustancial que lo separaba de Arte Concreto-Invención". Buscaba una salida más intuitiva. Tomás Maldonado y Alfredo Hlito declararon públicamente que si el Arte Concreto no buscaba nuevas aperturas románticas entraría en un callejón sin salida..."

La lección de Vantongerloo acerca de que al arte debía acercarse, como a Dios o a lo inconmensurable, a través de la sensibilidad, se hizo carne en su lenguaje de distintas series en las que la línea se mueve con libertad, "se deforma para formarse", según él mismo lo expresó. Magariños D. fue un hombre de ciencia, un pensador. Varias de sus ideas pueden leerse durante el recorrido en este mundo interconectado, pero a su vez donde el hombre está cada vez más aislado, donde se libran las batallas de los tecnogurús, se revelan como utópicos.

Acerca de sus investigaciones y creaciones confesó que no dejaban de lado al ser humano, en su búsqueda del yo y su relación con su semejante. Quería que la obra provocara la reflexión, que el espectador pudiera descubrir su espacio, que su imaginación y su yo pudieran ubicarse en un mundo concreto pero no exento de magia. Manejaba signos, y símbolos, hablaba de los ritmos del Universo y su racional interpretación. Su repertorio visual está en la tela como campo de fuerzas, recorridos lineales, puntos, relieves, colores puros que giran en movimientos ondulantes.

La arquitecta Olga Correa, curadora de la exposición, convocó a participar de la muestra a destacados artistas como Graciela Hasper, Miguel Ángel Giovanetti, Pablo Lozano, César Paternosto, Alejandro Puente (1933-1913)) Beto de Volder y Carola Zech cuyas obras reflejan puntos de contacto con el pensamiento magariñano. Es destacable la labor pedagógica que se lleva a cabo en este espacio; en un apartado del catálogo se invita al visitante a intervenir con sus observaciones y a completar o inventar formas basadas en sus obras. (Clausura el 27 de noviembre. Av. 25 de Mayo 131, Lanús Oeste. Martes a domingo de 12 a 20. www.macsurlanus.gob.ar).

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