20 de noviembre 2016 - 18:39
Cae banda que intentaba exportar 124 kilos de cocaína a Europa ocultos en sillones
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"Entonces se iniciaron una serie de trámites con la Justicia de Portugal a fines de garantizar las medidas de seguridad necesarias y adecuadas", explicó a Télam una fuente de la investigación.
Entonces, el 10 de marzo, el juez Amarante autorizó la entrega vigilada utilizando el mismo contenedor secuestrado, con los precintos de seguridad correspondientes y con sólo un sillón y un kilo de cocaína, compensando las diferencias con el lastre necesario.
Para garantizar el éxito de la medida, fue indispensable que la empresa importadora en Portugal no sospechara del secuestro y obtuviera la información y documentación necesaria para retirar el cargamento en el puerto de Leixoes.
Por ello se designó a personal de Aduanas y de la Policía Federal para que actuaran como agentes encubiertos y se comunicaran por correo electrónico con los agentes importadores, haciéndose pasar por empleados del despachante argentino.
Además, los pesquisas confeccionaron la documentación necesaria para presentar ante la autoridad aduanera portuguesa.
Finalmente, el cargamento fue transportado en un buque hasta el puerto de Algeciras, en España, donde debía descargarse para su posterior traslado al puerto portugués, lo que significó una articulación entre autoridades de los tres países.
El contenedor arribó a Oporto el 9 de abril, cuando ya se habían realizado distintas medidas para identificar a la organización narcocriminal que operaba en Portugal, incluyendo cuatro intervenciones telefónicas y seguimientos.
Una vez arribado a la terminal portuguesa y ya bajo vigilancia de la Policía Judicial de ese país, el contenedor fue retirado por un transportista que lo trasladó hasta el estacionamiento de unos locales comerciales ubicados en la ciudad de Braga, donde los investigados habían rentado un depósito para el almacenaje de los sillones.
En el momento en que aquellos abrían el contenedor en ese local, la Policía Judicial realizó un allanamiento y detuvo a los dos receptores, a la vez que concretó otros cinco allanamientos en sus domicilios y oficinas y secuestró documentación y elementos informáticos.
Luego, la Justicia dictó la prisión preventiva de estos dos sospechosos, ambos de origen portugués, aunque la investigación continuó en Buenos Aires bajo un fuerte hermetismo.
Finalmente, la semana pasada se detuvo a un argentino y a un peruano que están señalados como miembros de la misma organización delictiva.
Las fuentes señalaron que ambos sospechosos fueron capturados tras una serie de operativos en el centro porteño, los barrios de Balvanera y Flores, y la localidad bonaerense de José C. Paz donde se secuestraron una máquina para contar dinero, y unos 65.000 pesos en efectivo.
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