28 de diciembre 2016 - 13:12

Un punto de inflexión

Un punto de inflexión
 En el futuro, los años 2016 y 2017 serán más recordados por sus contrastes que por sus similitudes. El 2016 ha sido un año de trabajo duro, en el cual comenzaron a repararse cuestiones estructurales urgentes. Un año que, en lo cuantitativo, no rompe con la inercia de estanflación del último lustro pero, en lo cualitativo, establece las bases de un cambio positivo en las reglas de juego de nuestra economía.

El 2017 será un punto de inflexión que recogerá los frutos de aquellos cambios, con una economía en franca recuperación.

La economía crecerá al menos un 3% el próximo año. Esta recuperación gradual pero sostenida tendrá su base en 1) la recomposición de los ingresos reales, que empujarán el consumo privado; 2) la continuidad de un ambicioso programa de infraestructura; 3) la concreción de parte de los u$s59 mil millones en proyectos de inversión privada ya anunciados; y 4) la expansión de la producción agroindustrial.

La desinflación se consolidará de la mano de un Banco Central comprometido con la estabilidad de precios. La tasa de inflación, hoy en descenso, podría finalizar el 2017 dentro de la banda de 12-17% anual. Se trata de una meta ambiciosa pero posible.

La política fiscal en 2017 fue diseñada con un doble propósito. Por un lado, converger gradualmente a una posición fiscal más robusta, evitando ajustes bruscos que recaen sobre los sectores más vulnerables.

Por otro, evitar que la política fiscal sea netamente contractiva en medio de una situación económica aún débil. Por eso, a pesar de reducir ½ punto del PBI el déficit primario, el gasto social y la obra pública serán los rubros de mayor expansión en el Presupuesto 2017.

Más allá que el contexto internacional no es hoy el mismo que hace 12 meses, Argentina sigue contando con el crédito necesario para financiar una transición al equilibrio fiscal. Hay que aprovechar ese crédito pero garantizando que la dinámica fiscal sea convergente. Para eso, en lo coyuntural, se necesita consolidar el camino de reducción del déficit fiscal y retomar la senda del crecimiento.

En lo estructural, es clave avanzar en una agenda de mejora de las instituciones fiscales en la Nación y las provincias. La creación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (aprobada por ley tras años de postergación), la nueva ley de Responsabilidad Fiscal y las limitaciones a los "superpoderes" presupuestarios del Poder Ejecutivo son parte central de esa agenda.



(*) Economista PRO y Diputado de la Nación

Producción periodística: Juan Pablo Marino

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