8 de enero 2017 - 08:36

Atentado en Jerusalén dejó cuatro soldados muertos y adjudican autoría al Estado Islámico

Quince viandantes resultaron heridos y quedaron atrapados debajo del vehículo
Quince viandantes resultaron heridos y quedaron atrapados debajo del vehículo
Un palestino arremetió con un camión este domingo a un grupo de soldados israelíes en Jerusalén este, en lo que el gobierno israelí calificó como "atentado terrorista" que dejó un saldo de cuatro muertos y 15 heridos, además del atacante que falleció acribillado, poco después, por la Policía. Asimismo, el Gabinete de Seguridad especial convocado tras el ataque, determinó el derribo de la casa de la familia del atacante como también la negativa a la entrega del cuerpo a sus parientes. Asimismo, comenzarán a utilizar la facultad de poder detener sin presentar cargo a sospechosos de estar vinculados con el Estado Islámico, a quien el primer ministro Benjamín Netanyahu le atribuyó el atentado.



Un video difundido por los medios israelíes mostraron cómo el conductor palestino atropelló varias veces, avanzando y dando marcha atrás con el camión, a un grupo de soldados de entre 20 y 30 años que acababan de bajar de un colectivo.

Según el diario Times of Israel, los soldados se encontraban en Jerusalén en el marco de una iniciativa militar para llevar a los conscriptos a visitar zonas de interés nacional e histórico.

Tanto Netanyahu, como su ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, visitaron el lugar del ataque. "Conocemos la identidad del atacante y todo apunta a que se trata de un seguidor del Estado Islámico", aseguró la oficina del jefe de gobierno en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.

El ataque inmediatamente hizo recordar al de Niza, cuando un hombre con un camión mató a más de 80 personas en julio pasado, o al de Berlín, cuando otro hombre atropelló con un camión a decenas de personas que estaban en un mercado navideño. En los dos casos, la milicia Estado Islámico (EI) se adjudicó la autoría de las masacres, que siguieron las instrucciones difundidas por el grupo en internet.

"Sabemos que hubo una serie de atentados y que es posible que exista conexión entre ellos, primero en Francia y Berlín y ahora en Jerusalén", agregó el texto de la oficina del primer ministro, que no lo vinculó con el largo conflicto israelí-palestino ni con la ola de ataques palestinos que domina la tensión de la región desde hace un año y medio.

Netanyahu no difundió el nombre del atacante, pero sí informó que era un joven de Jerusalén este, la parte palestina de la simbólica y disputada ciudad, que fue ocupada militarmente por Israel después de la Guerra de los Seis Días en 1967 -junto a Cisjordania y la Franja de Gaza- y luego anexionada, sin el reconocimiento de la comunidad internacional. Luego, los medios palestinos señalaron que se trata de Fadi Ahmad Hamdan al Qanbar, de 28 años.

Según informó la televisión israelí, el atacante era oriundo del vecino barrio de Yabel Mukaber, el primero que fue cerrado y bloqueado por el Ejército, luego del atentado, y un distrito vecino de una colonia israelí, Armon Hanaziv.

El vocero de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, informó a la prensa que también "aseguraron la zona" del ataque.

Uno de los primeros rescatistas que llegó al lugar contó a la televisión que varios de los muertos y heridos quedaron atrapados debajo del camión y tuvieron que utilizar una grúa para liberar sus cuerpos.

"El terrorista llegó desde la dirección de la calle Alar. Vio a un grupo de personas que salían de un colectivo que se había detenido a lo largo del paseo y, por lo que sabemos, aceleró y las atropelló", explicó el vocero policial del distrito de Jerusalén, Galit Ziv, según el diario digital Ynet.

Para el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, el ataque demostró que "la crueldad de los terroristas no tiene límites ni escatima medios para asesinar a judíos y alterar la vida cotidiana en la capital".

"Todo el que incita a la violencia y apoya el terrorismo debe pagar un alto precio", sentenció el líder municipal.

Las palabras del alcalde de Jerusalén se conocieron poco después de que el movimiento islamista palestino, Hamas, celebrara desde la Franja de Gaza el ataque de hoy y lo vinculara al largo conflicto israelí-palestino, en vez de la cruzada mundial del EI como hizo el premier Netanyahu.

"Estas operaciones son decididas por el pueblo palestino para llevar a cabo una revolución hasta el final, hasta que consigan su libertad, liberen su tierra y se deshagan de la ocupación", sentenció en un comunicado el vocero de Hamas en Gaza, Hazem Qasem.

El funcionario de ese partido palestino, que controla de facto la franja desde 2007 y que rompió con el gobierno de Mahmud Abbas, no reivindicó el ataque, pero sí lo celebró como un episodio más de la "la intifada de Al Quds (Jerusalén en árabe)". Esta intifada (levantamiento en árabe), "no es transitoria", prometió.

Al hablar de una intifada de Jerusalén, Qasem hace referencia a la ola de ataques en apariencia espontáneos, individuales y desconectados, que escalaron la tensión y la violencia en la región en los últimos dos años.

En octubre de 2015, la región se vio sacudida por una nueva escalada de violencia esta vez en la forma de una serie de ataques -en su mayoría apuñalamientos y con vehículos- de palestinos contra israelíes, especialmente contra fuerzas de seguridad y colonos. A su vez, esto provocó una ola de represión sistemática del Ejército y la Policía israelí contra palestinos.

En total, esta espiral de violencia, que duró más de un año, dejó más de 200 palestinos y cerca de 40 israelíes muertos.

Mientras varios gobiernos extranjeros condenaron el ataque como si fuera cualquier otro en el mundo, el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz de Medio Oriente, Nickolay Mladenov, se concentró en recordar que este tipo de atentados socavan cualquier posibilidad de negociar una paz entre israelíes y palestinos, según escribió en en Twitter.


Primeras medidas tras el atentado

El Gabinete de Seguridad israelí -una versión reducida del Gobierno- adoptó medidas punitivas para responder al ataque que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, calificó de "inspirado por el Estado Islámico (EI)".

Entre otras medidas, se decidió empezar a utilizar la detención administrativa -que permite arrestar sin presentar cargos ni celebrar juicio por períodos renovables de seis meses- contra sospechosos de simpatizar con el EI, informó el diario "Haaretz".

Además, se resolvió derribar la casa de los familiares del atacante, identificado como Fadi Ahmad Hamdan al Qanbar, de 28 años, situada en el barrio de Yabal Mukaber y que fue cercada por las fuerzas de seguridad tras el violento suceso.

Nueve personas de este vecindario de Jerusalén oriental, cinco de ellas familiares de Al Qanbar, "han sido detenidas durante la operación llevada a cabo en la zona como parte de la investigación del ataque", informó a Efe el portavoz policial Micky Rosenfeld.

El Gabinete de Seguridad, convocado de emergencia, también decidió rechazar los permisos de reunificación familiar solicitados por familiares de Al Qanbar para varios residentes en Cisjordania y, tal como había pedido el ministro de Seguridad Pública, Guilad Erdan, determinó que el cadáver del atacante no será entregado a su familia.

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