12 de enero 2017 - 00:00

Presión interna en CGT para anticipar un plan de lucha

Palazzo. El referente de la Corriente Federal, que ayer reclamó “un plan de acción” a la central obrera para contrarrestar los despidos.
Palazzo. El referente de la Corriente Federal, que ayer reclamó “un plan de acción” a la central obrera para contrarrestar los despidos.
Los proyectos de reforma laboral que impulsa el Gobierno comenzaron a agitar la interna de la CGT. Con más o menos vehemencia, sectores que integran la central obrera sin participar de la conducción apuntaron contra la pasividad exhibida hasta ahora por los dirigentes ante las posibles modificaciones a la legislación laboral, los convenios colectivos y las pasantías. La organización, en tanto, recién prevé iniciar la actividad del año hacia fin de este mes o principios de febrero.

El pronunciamiento más fuerte corrió ayer por cuenta de la Corriente Federal de Trabajadores, que integran los sindicatos de bancarios, pilotos aeronáuticos y gráficos, entre otros, que a través de un documento le exigió a la CGT la adopción de un "plan de acción" contra el ajuste económico y los despidos, al tiempo que advirtió que "se impone un cambio de política económica para evitar que la Argentina quiebre". Otro sector, el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), con gremios estratégicos como mecánicos y ferroviarios, se reunirá el miércoles que viene con una agenda similar.

Se trata de los primeros movimientos del año en materia sindical, luego de que el triunvirato de la CGT y su "mesa chica" llevaran adelante en diciembre una negociación con el Gobierno para facilitar la aprobación de un proyecto consensuado de Ganancias. En tanto que otro de los acuerdos en la mesa con funcionarios y empresarios, el compromiso de no producir despidos hasta marzo, pasó rápidamente al olvido y en los primeros días de 2017 ya había cesantías por centenares.

Ese incumplimiento fue uno de los ejes del documento de la Corriente Federal: "es la segunda vez que se viola un compromiso", señaló respecto del anunciado por Mauricio Macri en mayo último. "Más de 450 mil argentinos que perdieron su trabajo desde diciembre de 2015 sufren las consecuencias, mientras el Gobierno y sus CEO insisten en agravios y comprometen con esos incumplimientos a la CGT, lo que resulta inaceptable y, por lo mismo, es preciso detener el atropello a la clase trabajadora", añade el texto.

También el núcleo de sindicatos bregó por la conformación de "un Frente Nacional y Popular" ante las legislativas de este año, con "un programa claro y definido y compromisos y disposiciones planificadas". Los referentes de la Corriente, como Sergio Palazzo (bancarios) u Horacio Ghilini (docentes privados) están identificados detrás del liderazgo de Cristina de Kirchner.

En paralelo, el MASA, que orienta el taxista Omar Viviani, se reunirá el miércoles de la semana que viene en alguna ciudad de la costa bonaerense para debatir, durante dos jornadas, la actualidad económica, los cambios laborales impulsados por el Gobierno y, al igual que la Corriente Federal, las perspectivas electorales del peronismo, aunque en este caso bajo la referencia del Bloque Justicialista que encabezan en Diputados Oscar Romero (Smata) y Diego Bossio.

Como anticipo del análisis que habrá en esa instancia, Viviani le dijo anoche a este diario que "la generación de empleo registrado no debe significar quita de derechos laborales". "Todos estamos de acuerdo en generar empleo y en blanquear a tres millones de argentinos no registrados. Lo que no podemos aceptar es que esa registración quite derechos en lugar de otorgarlos", indicó el taxista.

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