20 de enero 2017 - 00:00

GM unifica las operaciones de la Argentina y Brasil

Forma parte de una reestructuración regional. Entre los dos países tienen una capacidad de producción de 6,5 millones de autos.

Carlos Zarlenga
Carlos Zarlenga
La automotriz estadounidense General Motors anunció ayer que las operaciones de Brasil y Argentina serán consolidadas en una sola unidad de negocio llamada GM Mercosur, como parte de la reorganización de su estructura regional para "mejorar las eficiencias, reducir la burocracia y acelerar el proceso de toma de decisión".

La nueva unidad de negocios, que vinculará a las operaciones de la automotriz en los dos principales mercados sudamericanos, tendrá "efecto inmediato" y será presidida por el argentino Carlos Zarlenga, actual presidente de GM Brasil. También la conducción comercial y de finanzas de esta nueva unidad de operaciones quedará en manos de argentinos.

Previo a su rol como presidente de GM Brasil, Zarlenga se desempeñó como CFO de GM Sudamérica y presidente de GM Argentina, Uruguay y Brasil (tras el pase de Isela Costantini a Aerolíneas Argentina hasta hace cuatro meses). También se desempeñó como vicepresidente y CFO de GM Corea y como director del Comité Ejecutivo del GM Uzbekistán, un joint-venture de GM con el Gobierno de Uzbekistán.

Respecto a la localización de la oficina central de la compañía, en General Motors aseguran que esa cuestión aún no está definida y que, por lo pronto, las sedes Buenos Aires y San Pablo se mantendrán como pares sin preeminencia de una sobre la otra.

A modo de ejemplo citan que en los meses en que Zarlenga se desempeñó como presidente de GM de Argentina, Uruguay y Paraguay, fue al mismo tiempo CFO de GM Sudamérica y como tal alternó las oficinas en ambos países, algo que se anticipa seguirá ocurriendo.

El anuncio del nuevo organigrama, que crea otras dos unidades de negocios con el resto de los países de la región, se dio a conocer días después de que la compañía informara en el Salón del Automóvil de Detroit la decisión de incorporar nuevos modelos a las líneas de producción en las plantas que posee en las ciudades de Rosario y San Pablo.

La industria automotriz de ambos países tiene una capacidad instalada para fabricar 6,5 millones de vehículos al año, una potencial que en la actualidad se encuentra lejos debido a la recesión que enfrentan las economías de Argentina y Brasil.

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