24 de enero 2017 - 00:00

A rodar

A rodar
El 2017 va a ser un año interesante. Para muchos, recién ahora se va a poder conocer la realidad del mercado. El 2016 fue un período atípico porque, con la asunción de un nuevo Gobierno en diciembre del 15 y un giro drástico en lo económico, los primeros meses se transitaron entre anuncios de algunas medidas y promesas de otras. Las grandes empresas -las terminales radicadas en el país- pudieron adaptarse con cierta rapidez, pero hay toda una parte del negocio, la de los importados, que no pudo explotar a pleno las nuevas reglas de juego.

"Para nosotros, la competencia empieza ahora", reconoció el representante de una marca importada. Es que para este sector, el primer semestre del año pasado fue más de planificación que de ventas. Algunos aprovecharon para liquidar el stock de modelos que habían quedado olvidados en los depósitos ante la desaparición de la demanda por la suba de precios que provocaron los impuestos internos. Con descuentos, buscaron tentar a clientes que no tenían inconveniente en comprar un 0km de calidad aunque no fuera el último modelo. Todo esto mientras realizaban a las casas matrices los nuevos pedidos de importación. A los que lo encontró el cambio político-económico sin unidades, se concentraron solamente a reponer el stock. Desde el momento en que se hace el pedido al país correspondiente hasta que las unidades salen del puerto argentino, pasan unos cinco meses. Por eso, la primera parte del año no fue patrón de medida. Pero incluso, cuando se consulta a las distintas marcas de importados, tampoco toman al segundo semestre como algo normal, porque fue difícil retomar la dinámica y cada empresa lo hizo en distinto momento. El 2017 va a ser el año para tener en cuenta.

¿Qué es lo que puede pasar? En general, los importadores creen que, autos más autos menos, este año se van a duplicar las ventas respecto al año pasado, tomando el 2016 como un promedio de un semestre flojo y otro mejor. Por caso, un representante de una de estas marcas explicó que el año pasado terminó con un volumen de operaciones de unas 1.500 unidades y que esperaba para los próximos doce meses orillar las 4.000. Una cifra importante aunque todavía lejos del pico que alcanzó antes del cepo y de las restricciones a las importaciones que fue de 5.500 vehículos.

Al margen de lo que puede suceder en el mercado a lo largo de 2017, hay otro tema que habrá que seguir de cerca y es la pelea por el liderazgo del mercado. BMW ha adoptado una política muy agresiva para tratar de quitarle a Audi el primer puesto que ostenta desde hace años. El año pasado terminaron palmo a palmo, aunque la marca de los cuatro anillos retuvo el título por menos de 200 autos. Cerró con 2.437 unidades. Sin embargo. los patentamientos de los primeras dos semanas de enero muestran a la casa con 257 unidades contra 223 de Audi. Sólo es un dato anecdótico porque es una muestra insignificante. Se puede revertir con el correr del mes y, ni que hablar, del año. Pero sirve para ilustrar que va a ser un año muy competitivo.

Si bien el segmento de los importados en un porcentaje bajo del mercado -hablando de los vehículos que llegan al país a través de representantes oficiales y no lo que importan las grandes terminales- sirve en muchos casos para ponerle un techo a la suba de precios de la alta gama de las marcas generalistas y, por consiguiente, al resto de los modelos. Esto sucede cuando el consumidor ve que por poco dinero más puede pasar de un tope de gama de las automotrices masivas a un vehículo premium. Esto se vio claramente en los últimos meses. Por eso es importante lo que hagan las marcas de lujo y en esto es clave lo que sucede con el dólar ya que los precios de lista , en estos casos, están fijados en esa moneda. Al estar estable como desde hace meses o, incluso, bajando, los autos premium se tornan más competitivos y más demandados.

Sólo un dato de la guerra de las grandes ligas. En lo que va del mes, Volkswagen y Toyota pelean el primer puesto en patentamientos del mercado general. En tercer lugar viene Chevrolet. La fuerza que está poniendo la marca japonesa, apuntalada por la pick-up Hilux, no deja de sorprender.

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