27 de enero 2017 - 20:52

En medio de crisis diplomática, Trump y Peña Nieto sellan "pacto de silencio" por el muro

En medio de crisis diplomática, Trump y Peña Nieto sellan pacto de silencio por el muro
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; y de México, Enrique Peña Nieto, mantuvieron una conversación telefónica de una hora en medio de la crisis diplomática surgida por la decisión del jefe de la Casa Blanca de separar las fronteras de ambos países con un muro.

En un comunicado la Presidencia mexicana detalló que los mandatarios también convinieron, en una conversación telefónica de una hora acordada por sus equipos de trabajo, "por ahora ya no hablar públicamente de este controversial tema".

Los "presidentes reconocieron sus claras y muy públicas diferencias de posición en este tema tan sensible", pero acordaron resolverlas "como parte de una discusión integral de todos los aspectos de la relación bilateral". Además, Peña Nieto y Trump "han instruido a sus equipos a continuar el diálogo para fortalecer esta importante relación estratégica y económica de manera constructiva".

La Presidencia dijo que se trató de una "conversación constructiva y productiva en torno a la relación bilateral entre ambos países", incluyendo el tema del déficit comercial de Estados Unidos con México. Durante la llamada también se abordó "la importancia de la amistad entre nuestras naciones, y la necesidad de que nuestros países trabajen juntos para detener el tráfico de drogas y el flujo ilegal de armas", agregó.

Trump dijo que la conversación con Peña Nieto fue "muy buena" y reiteró que su intención es buscar "una relación justa" con el país vecino, en una rueda de prensa conjunta con la primera ministra británica, Theresa May.

Los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de EE.UU., Donald Trump, acordaron resolver sus diferencias sobre el pago del muro fronterizo como parte de una discusión integral de todos los aspectos de la relación bilateral, informó la Presidencia mexicana.

En un comunicado, detalló que los mandatarios también convinieron, en una conversación telefónica de una hora acordada por sus equipos de trabajo, "por ahora ya no hablar públicamente de este controversial tema".

Los "presidentes reconocieron sus claras y muy públicas diferencias de posición en este tema tan sensible", pero acordaron resolverlas "como parte de una discusión integral de todos los aspectos de la relación bilateral".

Además, Peña Nieto y Trump "han instruido a sus equipos a continuar el diálogo para fortalecer esta importante relación estratégica y económica de manera constructiva".
La Presidencia dijo que se trató de una "conversación constructiva y productiva en torno a la relación bilateral entre ambos países", incluyendo el tema del déficit comercial de Estados Unidos con México.

Durante la llamada también se abordó "la importancia de la amistad entre nuestras naciones, y la necesidad de que nuestros países trabajen juntos para detener el tráfico de drogas y el flujo ilegal de armas", agregó.

Trump dijo que la conversación con Peña Nieto fue "muy buena" y reiteró que su intención es buscar "una relación justa" con el país vecino, en una rueda de prensa conjunta con la primera ministra británica, Theresa May.

Trump y Peña Nieto tenía previsto reunirse el próximo martes en Washington, pero la visita del mexicano fue cancelada por el anuncio del estadounidense de avanzar en la construcción del muro. El nuevo jefe de la Casa Blanca insiste con que le hará pagar la obra a los mexicanos, una imposición que Peña Nieto considera "inaceptable".

Al margen de la pared, Trump causó conmoción en las altas jerarquías de México al insistir con que quiere modificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta o TLCAN, en español), firmado en 1994, en línea con su idea "American First" (Estados Unidos primero).

"Cualquier acuerdo que se proponga que lastime o vulnere el interés económico, social de México o que lastime la dignidad de la Nación, por supuesto será inaceptable", replicó recientemente el canciller mexicano, Luis Videgaray.

El 80 por ciento de las exportaciones mexicanas tienen como destino a Estados Unidos, un país ahora gobernado por quien aconseja públicamente a su pueblo a comprar productos estadounidenses y a su clase empresarial a dar trabajo a los estadounidenses.

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