30 de enero 2017 - 14:39

Silicon Valley y grandes empresas se rebelan contra la política migratoria de Trump

Construir puentes y no muros con México, declaró el Ceo de Starbucks, Howard Schultz
"Construir puentes y no muros con México", declaró el Ceo de Starbucks, Howard Schultz
Silicon Valley y grandes empresas de Estados Unidos, entre ellas, la cadena Starbucks y la plataforma de alquiler Airbnb repudiaron la política migratoria del presidente de ese país, Donald Trump, quien emitió el viernes un decreto que veta la entrada de personas de siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán- hasta que se establezcan nuevos mecanismos de vigilancia.

"Apple no existiría sin inmigración", fustigó el sábado el director ejecutivo, Tim Cook, en un documento interno obtenido por la AFP, en la línea de Cook o de Mark Zuckerberg (Facebook), que escribió en la red social "como muchos de ustedes, estoy preocupado por el impacto de las recientes ordenes ejecutivas firmadas por (...) Trump", la mayoría de los directores de la "high tech" ('alta tecnología'), rompieron su silencio para criticar medidas que podrían privarles de una importante reserva de talentos.

"Las medidas de Trump afectan a los trabajadores de Netflix en todo el mundo", escribió en Facebook Reed Hastings, director ejecutivo de la plataforma de videos en streaming. "Es hora de unirnos para proteger los valores estadounidenses de libertad y de oportunidades", añadió.

En Google, según un correo interno de su director, Sundar Pichai, 187 trabajadores están directamente afectados por las nuevas restricciones. "Estamos preocupados por el impacto de este decreto y de cualquier propuesta que pueda imponer restricciones a los trabajadores de Google y a sus familias, o que pueda crear barreras para importar grandes talentos a Estados Unidos", declaró el gigante de internet.

En tanto, la cadena estadounidense Starbucks y la plataforma de alquiler Airbnb alojarán gratuitamente y ofrecerán trabajo a los afectados por el decreto del presidente Donald Trump contra refugiados y ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes, que consideran "contrario al sueño americano".

Starbucks planea contratar en los próximos cinco años a 10.000 refugiados en los 75 países en los que tiene presencia, según se comprometió el domingo por escrito su presidente Howard Schultz. Por su lado Airbnb anunció que alojará de forma gratuita a los afectados por el decreto de la administración Trump.

Starbucks anunció que empleará a quienes huyen de las guerras, de persecuciones y de discriminaciones en los países donde está presente el grupo.

En Estados Unidos, Starbucks comenzará por contratar a refugiados que han trabajado para el ejército estadounidense, por ejemplo como intérpretes.

Schultz, cercano al partido Demócrata, indicó que Starbucks está en contacto con los empleados afectados por el decreto presidencial que establece severas restricciones al ingreso a territorio estadounidense y "verificaciones extremas" contra ciudadanos de Siria, Libia, Sudán, Irán, Irak, Somalia y Yemen.

"Les escribo hoy con una profunda preocupación, el corazón encogido y una decidida promesa", dice el presidente de Starbucks en un correo dirigido a sus empleados y que fue subido a internet.

"Vivimos tiempos sin precedentes, en los que somos testigos de que la consciencia de nuestro país y la promesa del sueño americano se ha puesto en duda", agregó Schultz, quien afirma que la cadena de cafés quiere servir a sus clientes igualmente "en un país cristiano o un país musulmán".

"Construir puentes y no muros con México", declaró, en referencia la barrera que Trump quiere erigir en la frontera con México. Starbucks es propietario de 600 cafés y emplea a 7.000 personas en México donde, dijo, seguirá invirtiendo.


Por su parte, Airbnb ha propuesto dar alojamiento gratuito a personas afectadas por el decreto. "Airbnb proporciona un alojamiento gratuito a los refugiados y a toda persona a la que se prohíbe ingresar a Estados Unidos", indicó en Twitter Brian Chesky, presidente de la empresa.

"Póngase en contacto conmigo si usted necesita alojamiento", concluye. El grupo busca recurrir a su programa de desastres naturales, que prevé que los huéspedes ofrezcan alojamiento a personas desplazadas.

Por su lado Lyft, servicio de reserva de autos sin chófer -uno de cuyos accionistas es General Motors- prometió dar un millón de dólares a la organización de defensa de derechos cívicos American Civil Liberties Union (ACLU), que ha atacado ante la justicia estas restricciones a la inmigración.

Su competidor Uber, muy criticado la víspera en las redes sociales por su tibia reacción inicial, se comprometió a ayudar a los chóferes afectados, mientras que Elon Musk, presidente de Tesla, pidió a los abonados a su cuenta Twitter que le hicieran sugerencias sobre las posibles enmiendas al decreto migratorio.

La preocupación, que ya se extendió el sábado entre los gigantes de la Silicon Valley ha llegado ahora a los directivos de las multinacionales ubicados en la costa Este.

Jeffrey Immelt, presidente de General Electric, que tiene a muchos de sus empleados afectados, afirmó que éstos "son importantes para nuestro éxito".

Por su lado el banco JPMorgan Chase empezó a examinar con sus trabajadores que poseen visados cómo se los puede ayudar, y su presidente Jamie Dimon les aseguró que pueden contar con su apoyo "inquebrantable".

El banco de inversión Goldman Sachs se unió este lunes a la ola de críticas contra el decreto del presidente Donald Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de siete países musulmanes.

"No apoyamos esta medida", manifestó el director general de la institución, Lloyd Blankfein, en un mensaje de audio interno del que la AFP obtuvo el texto.

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