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México instó a Estados Unidos a poner fin a las acciones unilaterales
Primó el tono tenso que marca la diplomacia entre ambos países desde la llegada del magnate a la Casa Blanca. Las deportaciones, tema central.
Días después de la toma de posesión de Trump, Peña Nieto canceló una reunión que iba a tener con su par estadounidense el 31 de enero debido a sus amenazas de hacerle pagar a México un muro que quiere construir en la frontera para frenar la inmigración ilegal.
"Nos escuchamos cercana y atentamente el uno al otro", dijo Tillerson, que anticipó que habrá nuevas reuniones, probablemente en Washington. Ninguna de las partes habló de acuerdos concretos en los temas más polémicos.
En particular Videgaray se refirió a posibles deportaciones de migrantes de otras nacionalidades hacia México, contempladas en un memorando emitido por el Departamento de Seguridad Nacional. "Hablamos de la imposibilidad jurídica de que un Gobierno tome decisiones que afecten al otro de una manera unilateral", dijo.
Kelly aseguró que no habrá deportaciones masivas ni uso de la fuerza militar en acciones contra la inmigración ilegal, después de que Trump dijera en un encuentro con empresas manufacturaras que había una "operación militar" para sacar del país pandilleros y traficantes de droga.
México, el país más amenazado por las políticas comerciales, migratorias y fronterizas de Trump, recibió a los funcionarios con una mezcla de enojo y buena voluntad. "Preocupación, irritación", fueron las palabras que usó Videgaray para describir el estado de ánimo de los mexicanos.
Agencias DPA, EFE y AFP |
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