2 de marzo 2017 - 00:00

El atraso cambiario y el regreso a los 90

Hay quienes somos, a veces, monotemáticos. Esto suele tener que ver con historias y situaciones que se repiten y nos cuesta entenderlas.

En mi caso soy sumamente insistente con mí predica que afirma que el atraso cambiario es una de las causas de los problemas económicos de la Argentina.

Téngase en cuenta que escribo estas líneas desde Misiones, una provincia fronteriza con más del 90 por ciento de límites con países vecinos.

La historia se repite de tanto en tanto en la Argentina, para no enumerar basta sólo con recordar el uno a uno de la convertibilidad de los 90. Hoy el panorama es parecido. Pérdida de competitividad de las economías regionales, crisis en los comercios de frontera, cierre de fábricas que no resisten la competencia de lo importado. Todos éstos casos se repiten a lo largo de la historia, y la situación es mucho más difícil en las zonas de frontera.

Ahora bien, duele ver en éste escenario que viajar a Cataratas es más caro que viajar a Miami o a Madrid.

¿Es porque las aerolíneas de cabotaje son ineficientes? ¿Es porque los prestadores de servicios de cataratas son abusivos en los precios? No señor, nada de eso. Es producto del atraso cambiario, amigo.

Breve análisis:

Si un viaje para ir a Cataratas, Bariloche o a cualquier otro destino interno nos costaba 15.000 pesos en febrero de 2016, luego de un año de inflación, ese mismo viaje cuesta cerca de 20.000 pesos. Esto es así.

En cambio, si viajar a Miami te costaba 1.000 dólares en febrero de 2016, hoy te sigue costando la misma cantidad de dólares. A esos mil dólares se los compraba en febrero de 2016 con 15.000 pesos. Ese viaje que costaba 15.000 pesos hace un año, hoy cuesta sólo 15.900 pesos.

Conclusión: hoy es casi un 40 por ciento más barato viajar al exterior. El argentino trabaja todo el año, ahorra unos pesos, y con todo derecho quiere pasear. Compara, mira precios y a dónde decide vacacionar, lógicamente fuera del país. Se lleva su plata a otro país, genera empleo y demanda bienes y servicios en otro país, simplemente porque es más barato.

Mientras tanto acá nos perdemos de generar trabajo y producción. Mientras tanto el déficit de la balanza en el turismo internacional crece mes a mes.

El Gobierno debe reaccionar. La lluvia de dólares no llega ni por inversión ni por exportaciones de nuestra industria o de nuestras economías regionales, la lluvia de dólares viene por la toma de deuda internacional de la Nación, las provincias y las empresas, viene también de las exportaciones de productos primarios del complejo oleaginoso de la Pampa Húmeda.

El Gobierno debe reaccionar y ver en el espejo de la historia para darse cuenta que siempre que hubo atraso cambiario, siempre, pero siempre, la Argentina termino mal.



(*) Exgobernador de Misiones y actual diputado nacional.

Dejá tu comentario