21 de abril 2017 - 11:45

Detuvieron al presunto autor del ataque contra el micro del Borussia Dortmund

El móvil del ataque al micro de Borussia Dortmund habría sido económico.
El móvil del ataque al micro de Borussia Dortmund habría sido económico.
La policía alemana detuvo este viernes al presunto autor del ataque con explosivos contra el autobús del Borussia Dortmund, cuyo móvil, según la fiscalía, fue un afán de lucro especulando con las acciones del club de fútbol germano. "La fiscalía federal hizo detener" el viernes en la región de Tubinga (suroeste) "a un ciudadano aleman-ruso de 28 años, Sergej W.", explica en un comunicado.

Según la fiscalía, el móvil del sospechoso no era terrorista -una de las pistas investigadas- sino económico. El detenido está acusado de intento de homicidio y posesión de explosivos. El joven quería provocar una caída de la acción del BVB Dortmund ya que había colocado, especulando con la caída de la acción, tres opciones de venta ('put-options').

"Para la compra de estos productos derivados, el sospechoso contrajo un crédito al consumo por varias decenas de miles de euros", explicó la representante de la fiscalía alemana, Frauke Köhler, en conferencia de prensa. "Cuanto más hubiese caído la acción, mayor habría sido el beneficio del sospechoso. No podemos decir en lo inmediato cuál hubiese sido el monto máximo de su beneficio, aún está siendo calculado por los investigadores financieros de la policía criminal", agregó.

El periódico Bild evoca una posible ganancia de 4,2 millones de dólares. El hombre compró el día del ataque, el martes 11 de abril según la fiscalía, el equivalente de 15.000 acciones del club apostando a que bajarían con una fecha límite fijada al 17 de junio.

La principal transacción fue hecha desde el hotel "L'Arrivée" en Dortmund, donde el equipo alemán estaba concentrado para el partido. La operación orientó a los investigadores hacia Sergej W.

Según Köhler el hombre habría actuado sólo, ningún indicio da cuenta en lo inmediato de una eventual complicidad. Las autoridades alemanas, que sospechaban que se trataba de un atentado yihadista, habían abierto una investigación por "intento de homicidio", sin utilizar oficialmente el calificativo "terrorista", alegando que era muy pronto para sacar conclusiones.

La policía se había orientado en un primer momento hacia la pista islamista. Los investigadores se concentraron en tres reivindicaciones luego del ataque, aunque contradictorias: una islamista hallada en el lugar del crimen el mismo día, otra de la extrema izquierda difundida en internet y una de la extrema derecha enviada a la prensa alemana.

La explosión se produjo justo antes del partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones europea entre el Borussia Dortmund y el AS Mónaco. El autobús del equipo alemán fue objetivo de tres explosiones que hicieron estallar un cristal en la parte trasera del vehículo.

Los explosivos, al parecer escondidos en un seto y accionados al paso del autobús, contenían varillas metálicas que fueron propulsadas por la deflagración. Una de las varillas se incrustó en el reposacabezas de un asiento del autobús y otra fue hallada "a 250 metros" del lugar de la explosión, precisó la fiscalía.

El jugador español Marc Bartra resultó herido y fue operado esa misma noche de una fractura en la muñeca. Un agente de la policía que escoltaba el autobús en moto sufrió por su parte un trauma acústico. El partido fue aplazado al día siguiente.

Según la fiscalía el sospechoso había alquilado desde "mediados de marzo" una habitación en este hotel en donde se instaló dos días antes de los hechos. El tipo de explosivo utilizado no fue aún identificado, añadió.

Según Bild, el sospechoso tenía la competencia como para fabricar bombas activadas a distancia: en julio de 2015 obtuvo un premio en electrónica e ingeniería industrial. Este arresto "es un gran éxito", se ufanó el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, que denunció un "móvil particularmente repugnante".

En un comunicado los dirigentes del club agradecieron a las autoridades. El capitán del equipo, Marcel Schmelzer, afirmó que "para todos los estaban sentados en el autobús, estas informaciones son importantes".

La implicación de un iraquí de 26 años, presentado en un momento como el principal sospechoso, tampoco había sido confirmada. Al hombre se le dictó dos días después del ataque detención provisoria pero por "pertenecer al grupo Estado Islámico" (EI) en Irak en 2014 y 2015 y por sus contactos con esa organización desde Alemania.

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