24 de abril 2017 - 23:37

Tres sospechosos del robo comando en Paraguay fueron abatidos en tiroteo con la Policía brasileña

Foto: twitter Ministerio del Interior de Paraguay.
Foto: twitter Ministerio del Interior de Paraguay.
Unos 50 pistoleros brasileños y paraguayos protagonizaron el "asalto del siglo" en Paraguay la madrugada del lunes, al robar un millonario botín con fusiles y explosivos a una empresa transportadora de caudales, dejando un agente muerto y varios heridos.

El suceso se produjo en las primeras horas del lunes en la empresa de caudales Prosegur de Ciudad del Este, en la triple frontera con Brasil y Argentina, a 350 km de Asunción.

Una camioneta con tres civiles a bordo recibió varios impactos de bala en medio de los ataques coordinados que realizaron los delincuentes en varios lugares de la ciudad.

Tres del medio centenar de sujetos que perpetraron el asalto murieron en un enfrentamiento con la policía brasileña, al otro lado de la frontera, confirmó el Ministerio del Interior.

Otros cuatro resultaron detenidos.

La fiscal encargada de la causa, Denise Duarte, dijo no poder dar todavía una cifra aproximada del monto robado, pero admitió que la bóveda asaltada estaba repleta de dólares.

La policía aseguró que dicha bóveda tiene capacidad para albergar 40 millones de dólares. Los expertos estiman que el botín podría superar los 30 millones.

Un gigantesco operativo por tierra, aire, y por el caudaloso río Paraná, se desató durante todo el día para capturarles.

Los asaltantes empezaron su acción pasada la medianoche y distrajeron paralelamente la atención incendiando vehículos y detonando explosiones en las inmediaciones de la comisaría policial, entre otros, según los primeros informes.

En el ataque murió un agente de una fuerza de élite.

Los informes policiales identificaron a miembros del brasileño PCC (Primer Comando Capital) entre los integrantes de la banda, el grupo criminal organizado que opera desde Sao Paulo.

Autoridades de Bolivia anunciaron que pedirán colaboración a las policías de Brasil y Paraguay para esclarecer un violento robo similar ocurrido semanas atrás y que resultó en la captura de un supuesto miembro brasileño del PCC.

Los delincuentes dejaron abandonados cinco automóviles blindados durante su huida y quemaron 14 vehículos en su maniobra distractiva.

En el habitáculo de los vehículos introdujeron proyectiles Punto 50 que, cuando explosionaron, engañaron a las fuerzas del orden que confundieron el sonido con el tableteo de ametralladoras.

El ataque demolió virtualmente el edificio de la compañía de seguridad. En las calles adyacentes había restos de proyectiles de armas pesadas, camiones y automóviles quemados, según imágenes mostradas por la televisión.

El sonido de las explosiones "resonó en la ciudad como si fueran bombardeos de una guerra" por espacio de dos horas, relató a la AFP Antonio del Puerto, un testigo de los hechos.

"Estamos como en Siria", dijo la fiscal Duarte. "Los ladrones estaban encapuchados y hablaban portugués", subrayó.

La fiscal precisó ante la prensa que la bóveda de Prosegur "estaba llena" al momento de ser saqueada.

La policía estimó que necesitará dos días para determinar el monto exacto robado.

Entre los vehículos abandonados por los delincuentes fueron identificados tres camionetas blindadas, una de ellas con una ametralladora pesada antiaérea instalada en su carrocería.

"Vivimos una situación de guerra. Vimos camionetas de gran porte que circulaban a gran velocidad por la ciudad con personas portando pasamontañas", relató Mariana Ladaga, una corresponsal del diario ABC al describir que los asaltantes prácticamente tomaron la ciudad.

Justo Zacarías, gobernador de Alto Paraná cuya capital es Ciudad del Este, dijo que el presidente Horacio Cartes ordenó un despliegue militar para vigilar el paso de los asaltantes hacia Brasil.

El gobernador afirmó que "la empresa de caudales está destrozada y el ataque causó un caos y terror en la ciudad. Nunca ocurrió algo así en Paraguay".

Los autores del atraco lanzaron clavos para pinchar neumáticos a lo largo de su ruta de escape.

El comandante de la Policía paraguaya, Luis Rojas, dijo no descartar la complicidad de policías uniformados en el asalto.

"Es una hipótesis muy válida que hay que analizarla profundamente", enfatizó.

Por ahora anunció el descabezamiento de la cúpula policial de Ciudad del Este, los cuatro principales comisarios de la zona por supuesta "negligencia o complicidad". Asuntos Internos investigará la conducta de los mismos, precisó.

"Voy a buscar los medios, los mejores hombres y trabajar para dar con esta gente, identificarlos, perseguirlos, hasta que podamos dar con ellos", expresó Rojas tras confirmar que se puso en contacto con la policía de Brasil y Argentina para ayudar a esclarecer el suceso.

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