23 de mayo 2017 - 21:40

Dilemas electorales 2017: grieta, sentido del voto, primer m2 y encuestas online

Rubén Rabanal, editor jefe de Política de Ámbito Financiero; Ignacio Ramírez, Hugo Haime, Pablo Knopoff y Valentín Nabel. Foto Ignacio Petunchi.
Rubén Rabanal, editor jefe de Política de Ámbito Financiero; Ignacio Ramírez, Hugo Haime, Pablo Knopoff y Valentín Nabel. Foto Ignacio Petunchi.
De cara al inicio de las campañas legislativas, el Congreso Internacional de Comunicación Política que se celebra en la sede de la UCA de Puerto Madero reunió a cuatro de los mejores analistas electorales del país en el panel "Números que hablan". Durante más de una hora, el grupo de expertos discutió sobre los desafíos y dificultades que enfrentarán el oficialismo y la oposición desde ahora y hasta octubre.

El experimentado Hugo Haime aseguró que tras el triunfo de Mauricio Macri en 2015 la situación de Cambiemos se ha modificado y puso énfasis en la vigencia de la afamada grieta. "El Presidente empezó con un discurso que llamó a la unidad de los argentinos y terminó con otro, donde el 82% piensa que nos lleva a una nueva grieta", lanzó al inicio de su presentación. Para comprenderla, sostuvo que la clave es conocer cómo mira la sociedad al Gobierno y la oposición. "Cambiemos tiene un núcleo duro de 20%, que son los que creen firmemente en Macri y en este proyecto de país. Otro 30% dice que le gustan las cosas del Presidente, pero tiene muchísimas dudas sobre lo que está haciendo. Después hay un 30% de opositores duros, que no quieren nada de este Gobierno y piden que se vaya ya. Y otro 20% dice que lo hace Macri no le gusta, pero pide darle tiempo", describió.

El último estudio de Haime revela que la mayoría de los argentinos cree que Macri está "ahondando" la grieta y lo que más se le exige es la "búsqueda de la unidad", con más del 70% de las respuestas. En la provincia de Buenos Aires el oficialismo tiene 46% de adherentes y 54% de opositores. En tanto, que el nivel de aprobación del mandatario en territorio bonaerense cayó del 41% al 38%.

En este marco, Haime deslizó que los candidatos no deben plantear la campaña en términos de blancos o negros. Al llevarlo al terreno del deporte, el consultor confesó qué preguntas le haría hoy al electorado: ¿En las próximas elecciones usted al Presidente le saca tarjeta verde, amarilla o roja? "Parece que la polarización es si habrá roja o verde, pero puede que no sea así", advirtió, aunque remarcó que "es muy probable" que el Gobierno salga ganador de los comicios. "Sacaría algo similar a lo que sacó en la primera vuelta de 2015 y no hay ninguna fuerza política se le oponga a esa. Tiene un piso de 25% y puede llegar al 32% o 33%", vaticinó.

Pablo Knopoff, de Isonomía, remarcó que las todas encuestas coinciden en que existe un 20% de las personas que no saben a quién votarán, mientras que el 80% piensa que todavía no es momento de pensar en eso. "Este es el punto de partida. Las agendas no siempre son las mismas. No es momento de pensar en las elecciones y lo que hay que hacer es esperar entendiendo", subrayó.

Ante un auditorio repleto de especialistas y asesores de toda la región, Knopoff presentó su análisis bautizado "2 mundos en 1 mundo", donde se muestran los porcentajes de respuestas totalmente disímiles entre kirchneristas y macristas para los mismos temas: controlará el Gobierno la inflación; Macri gobierna según la herencia; aumentará el consumo; hay obras en tu barrio; el Presidente gobierna para ricos, la clase media o los pobres. "Hay dos mundos en la Argentina. Hay una grieta que se manifiesta en la matriz de posicionamiento" de los dos líderes más importantes, sostuvo.

"La elección se presentará en este quiebre, es la Argentina de las dos Argentinas. Hay dos miradas sobre el mismo elemento, al punto que se puede subjetivizar lo objetivo, como la obra pública. Los que están más cerca del Gobierno ven más largos los puentes, más altas las represas o más extensos los asfaltos", enfatizó.

Los datos de Isonomía expresan que en la actualidad los votantes prefieren votar por frentes electorales (45%) antes que por los partidos históricos (21%). "En la Argentina estamos tendientes a discutir la historia cuando en realidad son algunos años, o sea, se discuten las circunstancias", afirmó Knopoff. Asimismo, las estadísticas de esta firma manifiestan una denostación de la credibilidad de los medios de comunicación (radio, tv, diarios, redes) y de la política. "No importa o importa menos lo que se dice que la cotidianeidad", agregó, y presentó una rivalidad entre las miradas que poseen los electores sobre el país ante su situación personal. "Lo que importa es el primer metro cuadrado, que es su Argentina, su mundo, lo que le pasa todos los días. El desafío es entenderlo", recalcó.  

El aporte de Valentín Nabel, director de la encuestadora Opinaia, se orientó a las mediciones de tendencias electorales no probabilísticas. "Últimamente hubo ciertos fracasos sobre las encuestas que arrojaron cierto manto de sospechas sobre nuestro trabajo", dijo, y destacó como novedad las encuestas por internet, a través de panales on line. Según Nabel, esta modalidad con muestreos por cuotas tiene cuatro beneficios: brinda mayor intimidad al encuestado al estar solo frente a la pantalla; evita el sesgo del encuestador; incluye la imagen de los candidatos -similar a la oferta de la Boleta Única Electrónica- y soslaya la "memoria selectiva" de los sufragantes. Este tipo de sondeos se acercan más a la tendencia real porque utilizan como base el historial de votos de los respondientes. "Vemos una película y no una foto", aclaró Nabel, uno de los pocos encuestadores que acertó el balotaje entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau de 2015.  

El sociólogo Ignacio Ramírez comparó el voto ejecutivo con el legislativo. Los resultados indican que en las elecciones de medio término "no se votan senadores ni diputados" y que la comunicación política tiene un "peso explicativo" mayor en estas campañas. "El objeto de la elección se construye. Los senadores y diputados es lo que se elige nominalmente", analizó.  

En esa línea, Ramírez pronosticó que la gran competencia será por el "sentido de los votos" y no por la cantidad; que el sufragio es "narrativo" porque los electores se expresan; que con un mismo resultado puede haber distintos ganadores, y que una legislativa provoca un efecto de cambio "climático" político, porque en definitiva el lunes siguiente todo seguirá igual en el Ejecutivo.

Otras observaciones refirieron a que en la próxima votación gravitará el "contexto" y no los elementos partidarios de largo plazo y que generalmente las elecciones intermedias "garantizan la insatisfacción" porque el ganador es el candidato que plantea lo que falta. "Es expresar antes que elegir. En definitiva, en las legislativas los que hacen comunicación política son los votantes", concluyó.

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