29 de mayo 2017 - 00:00

Ahora la clave es cómo cumplir las metas inflacionarias de 2018

Desde la política de ingresos hasta la tarifaria deberán encolumnarse en pos de las pautas del BCRA. Sería bueno ir subiendo más el tipo de cambio.

Para 2017 es altamente probable que la inflación supere ligeramente el 20% y sumamente improbable que se lograra el 17%. Incluso si el BCRA llevara la tasa de Lebac de la zona del 25% al 40% (con fuertes costos recesivos), tampoco lo lograría.

La coordinación macroeconómica en 2016 fue realmente muy mala. Macri anunció que la inflación rondaría el 20%, pero tres decisiones del propio Gobierno conspiraron letalmente contra eso: a) Aumentos salariales a estatales entre el 30% y el 35% (empezando por la pésima decisión de acordar con docentes un 34,5% con tal de que empezaran las clases a tiempo); b) Dejar que el dólar se deslizara de $13 (a la salida del cepo) a $16 en febrero, subestimando claramente sus efectos inflacionarios; y c) Aumentar tarifas (electricidad, gas y agua) en promedio un 224%, subestimando claramente también sus efectos inflacionarios. Como resultado de todo esto, por más que el BCRA, comandado por Federico Sturzenegger, se puso "duro", la inflación se acercó al doble de lo dicho por el presidente Macri (un verdadero papelón).

En 2017 la coordinación mejoró, pero también fue insatisfactoria. Hubo menos aumento en tarifas (aunque en energéticas el doble de la consistente con la meta máxima del 17%), dólar calmo y más dureza salarial gubernamental (más coherente con las metas buscadas).

Incoherencias

Pero desde el vamos hubo una falla importante: a) la meta "del BCRA" es el 14,5%, entre un 12% y máximo desvío tolerable hasta el 17%), b) la meta del "resto" del Gobierno del 17% (dónde si es 20% no está nada mal). Esta clase de incoherencias en la manera de decidir las cosas no debiera repetirse.

Para 2018, y esto debe definirse en la Presentación del Presupuesto al Congreso en setiembre, la meta debe ser única para todo el Gobierno, y debe ser del 10%, con máximo desvío hacia debajo del 8% (por ahora, irrelevante) y máximo desvío hacia arriba del 12%. De tal forma, los acuerdos salariales estatales deben ser del 10% más cláusula gatillo (con semejante nivel actual de sobre-empleo estatal, por ahora no suena lógico agregar ningún plus por productividad). Y los aumentos de tarifas deben ser consistentes con esa suba del 10% de meta.

Atraso cambiario

El dólar sería bueno fuese llevado a un nivel más alto ahora, en 2017, por el BCRA (por ejemplo hasta $20 por dólar para fin de año), vía compras masivas del Central, de modo de reducir el lastre del actual atraso cambiario. Ideal sería que para 2018 el BCRA actuara en base a una "banda" de intervención cambiaria (como hicieron Israel, Chile, Perú, y otros, en las etapas iniciales de la desinflación), para evitar atrasos o subas disruptivas.

Si se obrara desde ahora así, todos con la meta del 10% y actuando en consistencia a ello, el BCRA no sería inducido a mantener tasas reales de interés siempre muy altas. Ello favorecería a la recuperación económica y a moderar el atraso cambiario, favoreciendo a su vez las inversiones productivas en el país.

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