29 de mayo 2017 - 23:55

Campaña: datos clave en fin de semana con alertas

• CAMBIEMOS Y EL PERONISMO ANALIZAN DATOS Y FIJAN POSICIÓN.
• CRISTINA RATIFICA QUE NO HABRÁ PASO.
Elisa Carrió, más importante que nunca para el oficialismo. Radicales dudan sobre decisión de sacarla de la provincia de Buenos Aires. Lousteau, un enemigo “creado”. Randazzo, aún sin buenas noticias.

Cristina de Kirchner y Mauricio Macri.
Cristina de Kirchner y Mauricio Macri.
Terminó un fin de semana de análisis y alertas en diversos bunkers de la política que en realidad comenzó el jueves pasado. En algunas de esas reuniones reservadas se escucharon pronósticos y críticas; en otras se hizo tocar la alarma. Es lógico: todo comienza a moverse con otra velocidad a medida que se acercan las definiciones electorales y en esta ocasión la política ni dejó libre y en paz al festejo por el 25 de mayo; una crítica que puede hacerse a todos los actores menos al macrismo que, quizás por el cansancio presidencial, se limitó a cumplir con todos los ritos de la fiesta patria.

De todos esos conciliábulos sale en claro una realidad que se hace cada vez más evidente: el protagonismo de Elisa Carrió dentro y fuera del oficialismo. Sobre esto los radicales aportan el análisis mas fluido, quizás por descansar en los últimos tiempos en el incómodo lugar de no ser tenidos demasiado en cuenta por sus socios del Gobierno. Esa queja va in crescendo sin detenerse.

"No se si no cometieron un error al sacarla a Carrió de la provincia". Esa sentencia forma parte de un diagnóstico que este fin de semana le entregaron a algunos dirigentes radicales como resultado de una serie de focus group que encargaron. En esa descripción debe agregarse el convencimiento de que la jefa de la Coalición Cívica no romperá con el gobierno, como viene advirtiendo este diario, a pesar de sus presiones para ventilar los datos de Odebrecht y su relación con sobornos a empresas argentinas y la persecución de espías en su contra que, dice, comanda Silvia Majdalani. En la UCR creen que si la pelea para la campaña bonaerense 2017 no se va a plantear desde el oficialismo en clave económica sino política, el gobierno debería buscar algún contendiente de mas peso para encabezar las pujas dialécticas que sobrevendrán. Es decir, lo ven buen candidato a Esteban Bullrich pero flojo para enfrentar al PJ, mas si Cristina de Kirchner define candidatura.

Y ahí entra Carrió de lleno. Existe una idea en la UCR oficial (es decir la que apoya Cambiemos dentro y fuera de la Capital Federal y que en territorio bonaerense no aporta candidatos pero si estructura de intendentes) que el PRO podría haber evitado la guerra con Martín Lousteau y aprovecha de otra forma a Carrió. De ahí la definición que se escuchó este fin de semana.

Al mismo tiempo, en Cambiemos creen que la posibilidad de una carrera electoral exitosa por parte de Florencio Randazzo es solo una ilusión. Si esto es así quizás habrá que plantear si la estrategia macrista de alimentar la polarización con Cristina de Kirchner (por lo menos de acuerdo a los números que se conocieron en los últimos días) no se habrá pasado de vueltas. No solo los radicales opinan eso, también los intendentes del Esmeralda y el Fénix.

Hay otro dato interno del PJ que alimenta esta idea. Alberto Fernández ayer se explayó sobre las intenciones de su nuevo representado Randazzo: "Si Cristina gana las PASO, obviamente que la vamos a acompañar". Veamos. En ese razonamiento esta implícito un gesto desesperado: la expresidente nunca iría a internas con Randazzo (esa fue una de las pocas afirmaciones que dejó en claro en su último reportaje) y por si quedaban dudas ayer le hizo decir a Héctor Recalde, el jefe de su bloque en Diputados, que la única opción del peronismo bonaerense esta vez es no ir a PASO y llevar una lista de unidad ya que ningún partido tiene internas. Otra creación del peronismo destruida por el propio peronismo y una ratificación del drama que vive la Argentina con un sistema electoral que relega al país a una precariedad institucional que tiene pocos antecedentes en el continente. Hoy, como están las cosas, ni Mauricio Macri ni el PJ quieren utilizar las PASO.

Sergio Massa transcurre estos días con mas ánimo de festejo. Marcos Peña, el jefe de gabinete, salió a pegarle, como técnicamente se define en política. También lo habilitó como enemigo Cristina de Kirchner y el tigrense hasta se pudo dar el lujo polarizar también con la expresidente, posición que hacía tiempo no podía ejercer. Todo ese movimiento tiene una explicación: Massa mejoró en los últimos días. La ecuación, entonces, sigue variando.

¿Que otros datos le habilitaron a la dirigencia política este fin de semana? Dentro de las opiniones que aparecieron en esas mesas para recabar opiniones surgieron críticas hacia el gobierno por no haber controlado precios en los últimos meses. En ese terreno el dirigismo mágico de los kirchneristas gana, aunque sea solo un espejismo mas propio de "Precios Cuidados" que de una realidad concreta: esta claro que en los últimos 7 años del gobierno de Cristina de Kirchner la inflación no fue controlada. Pero al menos a los radicales preocupa que ese campo de batalla no este bien controlado; de hecho lo vienen advirtiendo desde el año pasado.

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