30 de mayo 2017 - 00:00

Toledo denunció una “persecución” y enfureció a Perú

Lima - La dirigencia política de Perú se mostró indignada ayer por las declaraciones del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) sobre una presunta persecución política en su contra, tras la denuncia de haber recibido un soborno de 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht.

"Escuchar a Toledo es reconfirmar lo mentiroso, descarado y fresco que es este tipo, produce más que indignación", escribió la presidenta del Congreso, Luz Salgado, en su cuenta en Twitter.

La reacción de la legisladora de Fuerza Popular, la principal fuerza de oposición en el país y mayoría en el Parlamento, respondía a las declaraciones de Toledo de que Keiko Fujimori, líder de aquel partido, está detrás de una persecución política en su contra.

"Yo no sé si ha estado sano o ebrio durante esa entrevista. Si va a decir que desde el Congreso manejamos el Poder Judicial, que diga nombres y denuncie. Eso es solo producto de su afiebrada y etílica imaginación", declaró por su parte el fujimorista Héctor Becerril al diario El Comercio.

Por su parte, el exvicepresidente de la República durante la gestión de Toledo, Raúl Diez Canseco, declaró a RPP Noticias que "si le quedaba un amigo en el Perú, ya lo perdió", al expresar su decepción por haber acusado al Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski de desatar esta oleada en su contra. "Qué fácil es tirar la piedra y esconderse en el extranjero, y comenzar a tirar con metralleta barro a todo el mundo. Es una cosa vergonzosa porque le echa barro no solo al presidente, sino al Perú, un país que necesita inversión extranjera y seguridad jurídica", declaró Diez Canseco.

En tanto, el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, descartó las acusaciones y afirmó que es él mismo quien está "politizando" su caso con sus declaraciones. Asimismo, consideró "una equivocación" de Toledo el presentar así el caso que se sigue en su contra y explicó que, entre otras cosas, el pedido internacional de captura y el de prisión preventiva que pesan contra él son "provisionales" y se deben precisamente a su negativa a participar en el proceso.

"¡A mí no me quieren juzgar, me quieren colgar! ¿Ud quiere que yo regrese a la prisión sin ser escuchado ni notificado? ¿A dónde está el debido proceso? ¿Que yo regrese a la cárcel? ¿Quiere usted que quede yo 30 años en la cárcel?", se preguntó el exmandatario en la entrevista en Nueva York sobre el pedido de detención preventiva. Requerido por la justicia de su país y pendiente de que EE.UU. responda a la petición de extradición, Toledo asegura que nunca hizo "algo ilícito". Las sospechas contra el exmandatario, que gobernó Perú entre 2001 y 2006, surgieron en febrero a raíz del testimonio de quien fuera representante de Odebrecht en Lima, Jorge Barata, que después de ser detenido reveló una larga serie de sobornos durante varias presidencias por unos 29 millones de dólares, 20 de los cuales atribuyó a Toledo. La investigación también compromete los mandatos de Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).

Agencia EFE y Ámbito Financiero

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