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Diálogos de Wall Street
La Fed despachó una oleada de declaraciones -con voceros encumbrados como Yellen y Fischer y otros no tanto, Williams y Harker- que hicieron hincapié en la salud del sistema financiero y del propio rally de la Bolsa. ¿Cuánto importan?, le preguntamos a nuestro hombre en Wall Street.
G.G.: Por dos razones. Estamos todavía cruzando el río y no hemos llegado aún a la orilla de la normalidad. La faena parecía mucho más complicada antes de Trump que ahora. No se sabía cómo iba a responder el sistema financiero global a la suba de tasas de interés. El primer retoque a fines de 2015 provocó una gran perturbación. En cambio, después del triunfo republicano, los siguientes tres aumentos se asimilaron sin trauma. Pero resta terminar el trabajo pendiente. La tasa de fed funds se ubica en el rango entre el 1% y el 1,25% y la estación terminal espera en el 3%.
P.: Todavía la nueva infraestructura está puesta a prueba. No la hemos exigido a fondo.
G.G.: A la par, con la asunción de Trump y su impulso a la desregulación, se avecinan cambios importantes. La ley Dodd-Frank, que era una piedra fundamental del régimen post Lehman, será removida.
P.: La arquitectura financiera es una obra en construcción.
G.G.: Tal cual. Yellen nos demuestra mucha confianza en la reforma venidera, pero lo cierto es que no sabemos qué es lo que permanecerá en pie y qué lo que se reemplazará.
P.: Hay un proyecto de reforma que ya se difundió.
G.G.: Y que por suerte, a diferencia de las leyes de salud o la reforma tributaria, no es el fruto de una improvisación. Tiene 140 páginas escritas por gente que conoce del tema.
P.: Aun así, me imagino, habrá que ver qué es lo que pasa el filtro del Congreso.
G.G.: Por eso es temprano para consagrar la solidez del nuevo sistema financiero. Atravesamos una fase de transición. Prolongada y políticamente sinuosa.
P.: John Williams, de la Fed de San Francisco, que también habló hoy (por ayer) abrió el paraguas sobre la calidad del rally de las acciones. Es llamativo. Y también Fischer lanzó una advertencia. ¿Se viene un discurso en son de alerta?
G.G.: Dos menciones sobre cuatro oradores es un ratio alto para un tema que los banqueros centrales no suelen comentar. Williams fue muy franco. Dijo que la Bolsa era complaciente con la baja de impuestos que prometió Trump y que no habrá de impactar hasta 2018 (o 2019). Fischer señaló que la suba de las acciones reflejaba, en parte, la mejoría del horizonte económico, pero también un mayor apetito de riesgo.
P.: Uno diría que el asunto asoma como una pequeña piedra en el zapato de la Fed.
G.G.: Sobre todo, ahora que el banco central va a hacer una pausa en la suba de tasas para acomodar la reducción de la hoja de balance. Si es así escucharemos otras voces y encontraremos alguna cita específica en las minutas. Que no lo sorprenda.
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