29 de junio 2017 - 00:00

Los Minions, sin la chispa que tuvieron

Minions. Los personajes conservan su gracia y simpatía, pero la película que los contiene no les sigue el ritmo.
Minions. Los personajes conservan su gracia y simpatía, pero la película que los contiene no les sigue el ritmo.
Las chicas crecen (moderadamente) y el ingenio de los libretistas decrece (lógicamente). Así puede resumirse la impresión general ante la tercera entrega de "Mi villano favorito". Que es tan simpática como las anteriores, pero no tan graciosa. Le falta un poquito de chispa, olvida algunos remates, no tiene ningún chiste después de los largos créditos, y (esto es grave) causa menos ternura. Sin embargo, tiene personajes nuevos, y un tema de fondo tocante: la necesidad de integrar una familia y ser aceptado por ella.

Para el caso, Lucy quiere ser una buena madre. Un gordito quiere comprometerse con la mayor de las nenas. Gru, queriendo volver a la agencia antivillana, choca con su hermano gemelo Dru, que quiere probarse como villano (la herencia paterna). Los Minions, decepcionados con Gru, buscan un nuevo "padre". Y Bratt, el malo de la película, es un ex "niño estrella" resentido con la gran familia televisiva. El áureo Dru, el ochentoso Bratt y los petisos amarillos son buenos aportes. Pero el chiste más logrado para los adultos es cuando alguien le calcula unos 15 años a la mayorcita y Gru replica enojado "Tiene 12. Y siempre va a tener 12". Indiscutible: la voz nasal que le hace el doblajista mexicano Andrés Bustamante suena mucho mejor que la del original Steve Carrell.

Autores, los de siempre: Christopher Meledandri, productor, Cinco Paul y Ken Daurio, guionistas, Kyle Balda, Pierre Coffin y Eric Guillon, directores. Se suman unos dinerillos japoneses y técnicos franceses. Al que no citan más, ni para darle las gracias, es al español Sergio Pablos, el verdadero creador de Gru, la luna y las nenas.

P.S.


"Mi villano favorito 3" ("Despicable Me 3", EE.UU., 2017); Dir.: E. Guillon, K. Balda, P. Coffin. Animación.

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