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Para el ministro de modernización, Andrés Ibarra, "el balance neto es que el número de empleos formales por suerte ha quebrado la curva descendente y ha crecido, o sea que ya llevamos más empleos formales que los que recibimos al principio de la gestión", se entusiasma.
También repite, como el resto de los funcionarios, los buenos datos de la economía: "se está creciendo a un ritmo del 4%. En este último mes, por ejemplo casi todos los sectores san registrado crecimiento medido contra el mes anterior y contra el año anterior", enfatiza el ministro.
Aunque y quizás efecto del timbreo existe en el discurso oficial un reconocimiento a que: "Obviamente que falta para que esto se note. Entendemos que hay muchos sectores que todavía no reciben este beneficio y son aquellos sectores a los que apoyamos desde el punto de vista social", admite Ibarra.
En la mesa chica confiesan que el propio Macri está convencido de que las medidas económicas que se aplican son las que permitirán que "Argentina crezca sostenidamente, favorezca el empleo y baje la pobreza".
Reconocen que aún resta mucho por hacer aunque saben que son temas que quedaran para después de las elecciones. La agenda para después de octubre pasa por: cumplir la meta de la reducción del déficit fiscal; presentar un proyecto de reforma tributaria que baje el peso del Estado y una reforma laboral que apunte a atacar el empleo informal.
Al respecto, la reforma laboral que fuera recientemente aprobada en Brasil generó inquietud en los sectores sindicales y de la oposición. En ese sentido, Triaca señaló que la norma "sin duda ha afectado el clima de la región" al tiempo que indicó que habrá el alcance de la medida. No descartó que en función de ello "como país vecino y como socio tenemos que tomar las decisiones que sean necesarias no solo para cuidar el trabajo argentino, sino para generar nuevas oportunidades".
Apeló en este sentido a que tanto la dirigencia sindical y empresaria tiene la madurez suficiente para debatir "la mejor manera es la mejor para enfrentar estas situaciones, peo también aprovechar las circunstancias para generar más oportunidades (laborales) para los Argentinos", indicó el titular de la cartera laboral.
Respecto a si la reforma de Brasil podría llegar a aplicarse en la Argentina, el ministro fue categórico: "Nada de lo que hoy está en agenda en Brasil es adoptable para la Argentina si no hay un consenso. Para nosotros el consenso es el gran valor, es un espacio común, es la construcción de un espacio común donde podamos resolverlo entre todos los Argentinos".
En el seno del Gobierno saben que tanto la Reforma Tributaria como una reforma Laboral deberán sí o sí ser consensuadas. No solo porque no cuentan con las mayorías parlamentarias sino también porque llevar adelante reformas estructurales necesitan del convencimiento de las partes.
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