31 de agosto 2017 - 22:03

Inundaciones ceden tras paso de "Harvey" pero Texas sigue en vilo por explosión en química

Las precipitaciones bajaron y comenzó a verse el destrozo generado por el huracán, que actualmente se encuentra categorizado como depresión tropical.
Las precipitaciones bajaron y comenzó a verse el destrozo generado por el huracán, que actualmente se encuentra categorizado como "depresión tropical".
"Harvey" prosigue debilitado su camino, pero Texas estaba esta jornada muy lejos de volver a la calma: en los territorios inundados del estado, los habitantes deben lidiar ahora con las alarmantes consecuencias de la tormenta, como dos explosiones que se registraron en una fábrica química cerca de Houston.

La ciudad de Beaumont se quedó sin suministro de agua, mientras en Houston continúan las labores de rescate. Hasta ahora no está claro cuántas personas perdieron la vida a causa del avance de las aguas, pero estimaciones no oficiales apuntan que hubo más de 35 muertos.

La Casa Blanca estima que unas 100.000 viviendas sufrieron daños como consecuencia del paso de "Harvey", según dijo hoy el asesor de seguridad nacional, Tom Bossert.

"Harvey" tocó tierra el viernes pasado en Texas como huracán y luego fue rebajado a tormenta tropical. Y este jueves, mientras atravesaba el estado de Louisiana, fue rebajado a depresión tropical.

En el lapso de pocos días cayeron en algunos puntos de ese estado hasta 1.250 litros de lluvias por metro cuadrado, un récord para un territorio continental estadounidense.

Numerosos ríos, entre ellos el Colorado, se desbordaron, y también hubo diques colapsados y algunos cuyas compuertas fueron deliberadamente abiertas para descarga, en medio de temores por posibles roturas, lo que condujo a más inundaciones. También Mississippi, Tennessee y Kentucky se preparaban para hacer frente a eventuales subidas de las aguas.

En cuanto a la explosión, ésta ocurrió en una fábrica química en Crosby. Las autoridades brindaron informaciones contradictorias sobre la peligrosidad de la situación, por lo cual por el momento el panorama es confuso.

La fábrica, que se encuentra a unos 40 kilómetros de Houston, ya había sido evacuada el domingo a causa de las inundaciones. Durante las primeras horas del jueves se produjeron dos pequeñas explosiones e incendios, según señaló la empresa que opera la planta.

El director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), Brock Long, dijo que la nube de humo que emana del edificio es "increíblemente peligrosa". Pero el sheriff del condado de Harris, Ed Gonzalez, aseguró que el humo no es tóxico y que no hay peligro para la población. La autoridad ambiental de Texas aconsejó no inhalar cerca de la humareda.

Richard Rennard, de la empresa operadora francesa Arkema, dijo que el humo es nocivo, pero que la toxicidad es "relativa". Si se inhala el humo se produce irritación en los pulmones, indicó. Quince policías que brindaban seguridad en el lugar fueron llevados al hospital. Según indicó el sheriff, fueron atendidos por ardor en los ojos e irritación pulmonar.

Las autoridades ya dispusieron acordonar la zona en un radio de 2,4 kilómetros alrededor de la planta química. Los habitantes ya habían sido evacuados el miércoles. La empresa estimó que podrían producirse nuevos incendios y explosiones.

También en otras zonas de Texas la situación continuaba siendo complicada. Las ciudades de Beaumont y Port Arthur seguían luchando contra las crecidas de agua. Allí cayeron en el lapso de 24 horas 660 litros de lluvia por metro cuadrado.

Según indicaron las autoridades, en Beaumont colapsó el suministro de agua luego de que la instalación central de bombeo cediera ante la presión de la crecida de un río. La provisión recién podrá ser restablecida cuando baje el nivel del agua.

El presidente Donald Trump hará una donación personal de un millón de dólares para las víctimas en Texas, anunció esta jornada la portavoz Sarah Sanders, aclarando que aún no está decidido qué organización recibirá el dinero. Tampoco está claro aún si la donación saldrá de la cuenta personal, de la de su fundación o de la de la Organización Trump.

Sanders anunció que Trump visitará nuevamente las zonas afectadas, el sábado, tal como lo hizo el martes pasado.

Según Bossert, la Casa Blanca tiene previsto pedir al Congreso fondos adicionales para ayudar en la reconstrucción.

El vicepresidente Mike Pence le aseguró entretanto a Texas ayuda federal. "Estamos con ustedes. El pueblo estadounidense está con ustedes", dijo Pence ante una multitud en Rockport, Texas. "Estamos aquí hoy, estaremos aquí mañana".

En el mismo encuentro, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró al domingo como "día de rezo" por todas las personas afectadas por el desastre, incluyendo a víctimas y socorristas.

Mientras tanto, la situación despertó la solidaridad de numerosas estrellas del espectáculo con millonarios donativos y galas benéficas.

Según informó la revista "TMZ", el actor Leonardo DiCaprio donó un millón de dólares a través de su fundación para socorrer a las víctimas y, además, compartió a través de Twitter la campaña solidaria de la organización United Way.

La presentadora televisiva Ellen DeGeneres aprovechó su programa del miércoles para publicitar el programa de ayuda del jugador de fútbol americano JJ Watts, que juega en el Houston Texas de la liga estadounidense NFL.

Durante una conexión en directo con Watts le entregó un cheque de más de un millón de dólares en nombre de la cadena de supermercados Walmart. La campaña, con la que el jugador de fútbol americano pretendía reunir unos 200.000 dólares, suma ya más de 8,5 millones de dólares.

También la estrella del pop y actriz Miley Cyrus anunció durante el mismo programa su intención de donar 500.000 dólares para Houston. Ya en los últimos días numerosos artistas comunicaron donaciones o campañas solidarias, entre ellos Sandra Bullock, Kevin Hart, Amy Schumer o Beyoncé.

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