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Gremios declararon la guerra a la reforma laboral de Macron
Los manifestantes retomaron masivamente en sus lemas una polémica declaración de Macron, que la semana pasada había advertido que "no cederá nada" ante "los vagos, los cínicos y los extremistas". En algunas pancartas se podía leer "Los vagos están en marcha" o "Macron, te jodiste, los vagos están en las calles".
En Marsella (sur), la policía contabilizó 7.500 manifestantes, mientras que los organizadores comunicaron la cifra de 60.000.
En el acto, el líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, quien alzó como el principal opositor a Macron, prometió que "hará retroceder" al joven presidente de 39 años.
A las protestas se sumaron huelgas que afectaron al transporte. La Torre Eiffel permaneció abierta, pero los turistas podían subir únicamente hasta el segundo piso debido a que una parte del personal estaba en huelga.
Primer gran desafío de su mandato, la reforma laboral de Emmanuel Macron pretende reforzar el papel negociador de las empresas sobre las condiciones laborales y limitar las indemnizaciones por despido.
El objetivo de Macron es dar más flexibilidad a las empresas para impulsar las contrataciones y frenar el desempleo. La desocupación afecta al 9,5% de la población activa, frente a un promedio de 7,8% en Europa.
El presidente logró , romper el frente sindical, lo que hizo que solo la CGT, segundo sindicato del país, apoyara la huelga. Ni la CFDT, primera central obrera y de impronta reformistas, ni FO, potente en la función pública, se sumaron a la protesta, aunque muchos militantes de ambos sindicatos sí lo hicieron.
Agencias AFP y EFE |
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