14 de septiembre 2017 - 00:00

Empresas piden ya reforma laboral como la brasileña

Lo hizo a través de Twitter. Es un representante de la “nueva economía” sin relación con la “ley Banelco”. Luego, las cámaras lo respaldaron.

Polémica. Este es el tuit en el que Marcos Galperín consideró como crítica la situación laboral en el país. Indicó que si no hay una reforma, la Argentina puede perder “millones de empleos” con Brasil por las mejores condiciones que ofrece el país vecino.
Polémica. Este es el tuit en el que Marcos Galperín consideró como crítica la situación laboral en el país. Indicó que si no hay una reforma, la Argentina puede perder “millones de empleos” con Brasil por las mejores condiciones que ofrece el país vecino.
El empresario Marcos Galperin, CEO de Mercado Libre, despertó la polémica con un tuit en el que se sumó al reclamo de la mayoría de los empresarios argentinos: una reforma laboral. El fundador de la cuarta empresa más grande del país, cuyo valor supera los u$s12.000 millones, según la revista Forbes, escribió en su cuenta de Twitter: "Viendo la reforma laboral Brasilera, Argentina puede 1) imitarla, 2) salirse del Mercosur, 3) resignarse a perder millones de empleos a Brasil".

El Gobierno, junto con el sector empresarial, viene planteando desde que asumió en diciembre de 2015 la premisa de que el costo laboral argentino es demasiado alto y se encuentra por encima de los niveles de la región. Es por eso que busca igualar el marco legal de lo que ocurre en los países vecinos, como Brasil y Chile, que lograron reducir los costos entre un 30% y un 40%. Para avanzar sobre esta cuestión, la administración de Mauricio Macri estuvo estudiando la posibilidad de disminuir la presión tributaria, que supera el 40% del PBI -comenzará a tratarse en el Congreso luego de las elecciones de octubre- y sobre la alta litigiosidad laboral, entre otras cuestiones. Por ejemplo, el martes, la Corte Suprema falló en contra de la posibilidad de que los jueces del fuero laboral aumenten arbitrariamente el importe de una indemnización por accidente de trabajo fijado por la ley.

Las diferentes cámaras empresariales apoyaron el reclamo de Galperin, al considerar que si bien se necesita reducir los costos laborales, esto no implica que necesariamente deban bajarse los salariales, sino los logísticos y la carga impositiva, entre otros. Desde el sector de la construcción consideraron que "hay que analizar los efectos de las políticas impositivas en los distintos niveles de Gobierno, que genera que las cargas sean altísimas". Pero sostuvieron que "hay que esperar a ver cuáles son las políticas que busca desarrollar el Gobierno a partir de toda la polémica que trajo la situación de Brasil". "Se están analizando dos escenarios distintos con dos realidades diferentes", alertaron. "Una reforma laboral requiere de una normativa legislativa; no hay mayoría parlamentaria y hay que alcanzar un consenso, más allá de los buenos resultados que puedan obtenerse en octubre", precisaron.

La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) destacó que "luego del conjunto de medidas que lograron generar un marco de estabilidad y reglas de juego claras -tales como la unificación del tipo de cambio, la salida del cepo cambiario y la resolución del default, entre otras-, fundamentales para el desarrollo de la producción, resulta imprescindible avanzar en una segunda generación de reformas que atiendan a la importancia del mercado interno e impulsen la inversión, el empleo y las exportaciones".

Ignacio De Jauregui, secretario Legal de la CAME, consideró, en tanto, que "hay que tener en cuenta las distintas asimetrías en la economía argentina". "Hace años venimos haciendo distintos reclamos para modificar el Decreto 814/2001, que establece un porcentaje de aportes personales y contribuciones patronales que se puede tomar para el IVA". "Hay que mejorar dichos porcentajes, que generan estas asimetrías en el país: no es lo mismo una empresa en Chaco o en CABA". "Con los salarios ocurre lo mismo: hay una gran disparidad debido a que varían ampliamente dependiendo de la actividad y de la región", agregó.

En sintonía, desde la UIA destacaron la necesidad de una "competitividad sistémica, teniendo en cuenta las diversas variables que afectan al proceso de producción". Entre dichos factores, destacó la necesidad de reducir el 40% de informalidad laboral de la economía argentina, bajar la presión impositiva y generar un sistema de riesgos de trabajo que funcione correctamente". Entonces, el reclamo de Galperin, cuyo negocio se extiende también a Brasil (y al resto de Latinoamérica) demuestra, en parte, por qué hay empresarios que se muestran más reticentes a instalar sus empresas en la Argentina. Este reclamo masivo por parte del sector empresariado puede significar un punto de inflexión para que la economía nacional se embarque en el sendero de la competitividad.

Dejá tu comentario