Oberst: "En 2018 vamos a crecer mucho más de lo que estiman analistas"
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P.: En cuanto a cambios estructurales, ¿cuál es hoy la principal demanda del sector empresario?
A.O.: Más que reformas, lo más esperado tiene que ver con se garantice la estabilidad y sustentabilidad de los cambios que se están haciendo hacia adelante, principalmente todo lo referido con la seguridad jurídica. Existen sectores vinculados a los abogados laboralistas que de pronto hacen que una empresa, principalmente las pymes, quiebre por un juicio de un solo empleado. Esto es insostenible. Por su puesto que esperamos también la reforma laboral y la tributaria. Esta última aun sabiendo que no va a cambiar las cosas de un día para otro, porque es sacar plata de un bolsillo y ponerla en el otro. Por el momento hay que financiar el enorme Estado para evitar conflictos sociales porque la mayor parte del dinero está destinada a planes y subsidios que son necesarios actualmente.
P.: Y esa estabilidad, ¿de qué factores depende a su juicio?
A.O.: Con que la sociedad empiece a tomar un rol mucho más activo, y tal como sucedió en Brasil, comience a presionar, en el buen sentido, a la Justicia para que de una vez por todas haga su propia depuración y comience a hacer las cosas como se debe. El lema de nuestra Convención fue "Ser o Parecer", y para ser un país en serio tenemos que hacer cosas serias que generalmente no se llevan a cabo porque la Justicia, creo yo, es el principal problema que tenemos en el país.
P.: Cómo presidente del IAEF, ¿cómo observa la forma de financiar el déficit; le preocupa el creciente nivel de endeudamiento?
A.O.: No me preocupa el endeudamiento, me parece que es un buen camino, ya que no había muchas alternativas para financiar el déficit. Si bien estamos aumentando el monto de deuda, también hay que considerar que el PBI va a empezar a crecer. Además, este proceso está apoyado por tasas que no son tan altas. Por otra parte, el Banco Central está haciendo un buen papel a pesar las grandes críticas que recibe. Logra manejar la inflación, pese a no llegar a los targets que se habían prefijado, pero no podemos olvidarnos de dónde venimos.
P.: ¿Considera que una eventual reforma laboral se podrá asemejar a la aprobada en Brasil?
A.O.: Es muy difícil porque hay muchísima presión de parte de los sindicatos, que creo que de una vez por todas van a tener que empezar a entender que no pueden defender algo que finalmente perjudica a los más necesitados. Esta presión pareciera que tiene más que ver con mantener una cuota de poder económico principalmente por todo el dinero que reciben a través de distintos tipos de normas o leyes. Va a ser difícil una reforma como la de Brasil, pero este frente complejo se facilita si en las elecciones de octubre Cambiemos, como está previsto a nivel nacional, obtiene más votos de los que logró en las PASO.
P.: ¿Qué debería mejorar respecto a las posibilidades financiamiento que hoy tienen las empresas?
A.O.: Hoy las pymes están sufriendo un nivel de tasas muy altas. Las grandes empresas no tienen este problema porque salen a colocar Obligaciones Negociables a largo plazo que les proveen fondos a una tasa muy razonable. El gran tema está en las pymes que son el motor económico del país, cuyo financiamiento que hoy casi es inexistente. Esto tiene mucho que ver con el tamaño que tiene el mercado de capitales que debería multiplicarse por lo menos por cinco para parecerse al de nuestros países vecinos, lo que motorizaría el financiamiento en el futuro. Pero para eso hay un camino que recorrer, ya que hay mucha gente todavía está con cierta incertidumbre para insertarse en el sistema financiero. Lo que dijo el ministro Caputo sobre una mayor democratización del crédito y de la estructura de financiamiento es importante porque va a traer colocadores, que es lo que en este momento hace falta para que luego puedan manejarse tasas a niveles más racionales.
P.: El optimismo que percibió entre los hombres de finanzas, ¿cómo lo ve materializado el próximo año?
A.O.: Uno de los grandes temas que apareció en el último tiempo fue el sistema de participación público-privada (PPP), donde hay en este momento, según datos que tenemos, proyectos de infraestructura por más de u$s 10.000 millones dando vueltas y eso va a mover la economía. Se van a mejorar la logística y los costos de transportes. Hoy traer algo de Tucumán hacia Buenos Aires cuesta cinco veces más de lo que sale llevar eso mismo desde CABA a Róterdam. Por eso creo que el impuso de estas inversiones, según mi opinión, harán que en 2018 crezcamos mucho más del 3,5% que estiman los analistas y el mismo Gobierno. Ya se vio que con el impulso de la obra pública empezó a moverse todo. Ahora viene la discusión del presupuesto donde lo duro va a ser el proyecto de la reforma tributaria y la discusión con los gobernadores, que el gobierno la está posponiendo para después de octubre con el fin de sentarse con otro poder.
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