4 de octubre 2017 - 21:45

La cerveza le pone la tapa

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Las cervezas artesanales siguen creciendo y ya lograron hacer un lugar en espacios de consumo que hasta ahora sólo pertenecían al vino. De cómo una elaboración casera puede sustituir a un tinto en un asado.

La cerveza le pone la tapa
¿Vino o cerveza? La pregunta es un clásico. La respuesta, también. O por menos lo era hasta hace algunos años. Y es que la irrupción de las cervezas artesanales logró modificar algunos espacios de consumo que parecían ya ganados por otras bebidas. A tal punto que ya nadie duda en consultar por lo que se va a tomar en un asado. Una tradición que siempre supo ser acompañada por el tinto. Pero que ahora pasó a ser un espacio de duda.

Francisco Mazzoleni es uno de los socios de Castor, una cerveza artesanal de elaboración casera -homebrewing es el término utilizado en Estados Unidos- que empezaron a elaborar el año pasado y que hoy ya forma parte de sus compromisos cotidianos. "Pasamos de embotellar a comprar barriles ya que es un proceso menos engorroso y más cómodo para poder compartir en asados", asegura. Y para completar la idea agrega que "es mucho más simple cargar en el auto un barril de diez litros de cerveza que diez botellas de cerveza o de vino".

Para Pablo Fazio, a cargo de Otro Mundo "la cerveza artesanal se trata de un fenómeno que encontró su lugar. Que le quita share a la propia categoría y que también da su pelea de intercategoría con los aperitivos y los vinos". Su cervecería es una de las que tiene más recorrido y presencia en el mercado. "Arrancamos hace 15 años e hicimos un gran trabajo de evangelización. Hoy podemos hablar de nativos artesanales que nacieron dentro de este mercado con una mayor oferta e hicieron de esto algo propio que, de a poco, va sustituyendo espacios de consumo".

Fuerte y claro. Cada vez hay más estilos de cervezas, locales de recarga -conocidos como growler station-, bares especializados y marcas que dejan a la vista una enorme proliferación que ya está en boca de todos y que parece, hasta el momento, no tener techo. O, mejor dicho, tapa. Al punto de que la apertura de locales todavía no para. Tal es el caso de Berna, un nuevo espacio que abrirá sus puertas el próximo jueves en Colegiales y que busca generar, a diferencia de las cervecerías de Palermo -que funcionan al paso- un lugar de pertenencia para sus futuros clientes. "Queremos que vengan y que se queden. Generar una fidelidad. Por eso es que le dimos un toque diferente a la carta tradicional de las cervecerías -hamburguesas, papas fritas- y apostamos a tener una más acotada pero que permita abrir un poco más el juego". Para esto, el local abrirá los fines de semana al mediodía con un menú del día que podrán aprovechar aquellos que deseen comer con una cerveza de por medio.

Pero para entender bien cómo la cerveza artesanal comenzó a entrar en otros ambientes de consumo, mejor consultar a los que más saben. Para Mauro Sosa, director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, "el fenómeno hay que mirarlo del lado de la oferta y la demanda. Se presentan como cervezas de guardas, preservadas con barricas. Se está apelando a técnicas etnológicas para ponderar a la cerveza en determinadas cuestiones de consumo. Y en esto mucho tienen que ver los famosos millennials, quienes todo el tiempo salen a la caza de nuevas formas de consumir sin importar que el gasto sea mayor". Y agrega que, en ese campo, la cerveza artesanal "compite con los vinos del sector medio. Es algo que se puede cualificar, pero que no se puede cuantificar cuánto está influyendo puntualmente".

Lo cierto es que la cerveza artesanal parecer ser el negocio del momento. Todos tienen un amigo del primo de un tío que elabora cerveza de manera propia y que, de a poco, apuesta a salir al mercado. Pero tampoco es fácil. Afuera están las grandes industrias. Y vencer sus límites no parece tarea sencilla. Basta ir a cualquier supermercado o restaurante para corroborar que aquello que mejor exhibición tiene en una carta o en una heladera es lo que forma parte del mundo de la cerveza más tradicional.

Fazio retoma la palabra y clarifica. "Las cervezas industriales suelen tener prácticas anticompetitivas. Es algo que sucede en todas partes del mundo. Y que también pasa acá. Pese a esto, pudimos hacernos un lugar en un mercado como una pequeña industria. Pero no es fácil. Son varios años de trabajo y gracias a eso hoy podemos estar en lugares tan diferentes como la parrilla de Don Julio o Kansas o un supermercado de los denominados chino o las grandes cadenas".

La cerveza artesanal ya forma parte de la mesa de los argentinos. Y cada vez gana más lugares de consumo. Los jóvenes parecen la clave.

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