9 de octubre 2017 - 10:17

Tombolini: "Crecer en base a endeudamiento es inviable"

Matías Tombolini.
Matías Tombolini.
Matías Tombolini, candidato a diputado por el frente 1País en la Ciudad de Buenos Aires, centra sus críticas al Gobierno en lo que es su especialidad: la economía. En diálogo con ámbito.com alertó que el nivel de endeudamiento y del déficit fiscal no son sostenibles y que la política antiinflacionaria "no ha tenido el éxito que corresponde al esfuerzo que hace la sociedad".

Además, cuestionó los lineamientos de las reformas laborales e impositivas que trascendieron de lo que pretende implementar el Gobierno.

Respecto al resultado que la fuerza obtuvo en las PASO, destacó como un "objetivo cumplido" el cuarto lugar en virtud del punto de partida desde el que arrancó la campaña, que seguirá enfocada en "los problemas reales" de la gente.

Periodista: ¿Cómo se perfila para las elecciones generales?

Matías Tombolini: Para nosotros es todo aprendizaje, todo crecimiento. Tuvimos nuestro certificado de nacimiento el 13 de agosto en una elección que para nosotros fue buena. Por supuesto partimos de un bajo nivel de conocimiento, en una fuerza política que estaba naciendo. Quedar cuartos fue un objetivo que pudimos cumplir, crecer de 0 a 4 puntos en 45 días nos parece que fue el resultado de una campaña que intentó en esta instancia hablarle al votante desde otro lugar. Desde el lugar de los problemas concretos, los cotidianos. Seguimos con esta idea de ubicar los problemas reales que tenemos los argentinos y abordarlos con propuestas concretas y con una descripción que permita una caracterización para nosotros correcta de lo que sucede.

P.: En cuanto al resultado en las PASO ¿por qué no lograron romper la polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo?

M.T.: Me parece que las sociedades miran distintas cuestiones en distintos momentos. Cuando (Elisa) Carrió sacó el 2% de los votos decía lo mismo que ahora que sacó el 50%. Algunas veces la sociedad pone el eje en una cosa y otras veces en otra. Nosotros alertamos sobre el modelo de crecimiento, que se financia tomando deuda externa, que no es preocupante si uno lo mira como proporción del producto, pero sí como dinámica, como recursos al cual se intenta llegar para poder hacer que las cuentas cierren, es justamente lo que creemos que la política no discute. Se discuten las personas, pero no las políticas.

P.: ¿Cuáles son esos problemas reales de la economía?

M.T.: Arranco por las consecuencias. En la Argentina la plata no alcanza, independientemente de los titulares y de los cuadros de Excel. La realidad es que a la clase media se le hace muy complicado. Es cierto que la economía crece, hay más autos, más motos, más departamentos, pero el comercio sigue sin mostrar una mejora que se note, los shoppings y supermercados lo mismo. Hay un rebote respecto al año pasado y sobre todo hay una esencia que tiene que ver con la configuración de un modelo que tiene una alta presión fiscal, un tipo de cambio que sigue retrasado, y una tasa de interés que no alienta lo productivo. De modo que esto habilita a pensar qué tipo de reformas queremos discutir el año que viene y desde qué lugar.

P.: ¿El mejoramiento económico es un rebote por lo malo del 2016 o se sostendrá?

M.T.:
Es un rebote porque se está comparando con un año muy malo. La continuidad puede llegar a existir en 2018, pero si queremos seguir creciendo 20 años como dice el Presidente (Mauricio Macri) tenemos que entender que crecer en base a endeudamiento es inviable, es un camino que ya se recorrió. Ahí la pregunta es cuáles son los fundamentos del crecimiento económico y cómo se trabaja para que el endeudamiento que hoy es la herramienta que cierra el déficit fiscal no sea tal y por lo tanto para abordar la problemática relativa del déficit fiscal.

P.: ¿El nivel de endeudamiento y de déficit es preocupante o puede manejarse?

M.T.:
El nivel de déficit es preocupante. Me parece que tener seis puntos del producto, sumando el fiscal y los interéses de la deuda, es un déficit que no es sostenible con un crecimiento de mediano plazo. Y mucho menos cuando el costo de finanzar ese déficit es el doble del que tiene por ejemplo Bolivia. Esto plantea una cuestión que requiere ser abordada, sobre todo porque una de las herramientas para reducir el déficit sería recaudar más con una economía que crece, esto todavía no está claro, y ahí hay que ver cuál es el camino que se quiere abordar en materia de reforma tributaria. Yo no estoy de acuerdo con los trascendidos de lo que piensa hacer el Gobierno. Y por otra parte hay que ver qué hacemos con los gastos. El gasto principal que tiene que tratar de reducir el Gobierno es el de la política, que hoy está fuera de discusión.

P.: ¿Y en cuanto a la política antiinflacionaria?

M.T.:
Yo creo que no ha tenido el éxito que corresponde al esfuerzo que hace la sociedad. Política antiinflacionaria también tienen Uruguay o Brasil y han tenido una reducción en su tasa de inflación mucho más contundente que en la Argentina. Más que una crítica a las medidas económicas, lo que yo tengo es una crítica a la concepción económica del Gobierno. El Gobierno cree en un modelo de crecimiento sostenido para que las empresas tomen más personal, y que el personal sea más barato. Nosotros creemos en que para que las empresas tomen más personal tiene que venderse más. Esa es una diferencia de concepción. El Gobierno cree que la reforma tributaria que corresponde es la que supone bajarle el impuesto a las Ganancias a las empresas que reinviertan utilidades, eliminar el impuesto al cheque o tomarlo a cuenta de Ganancias, lo cual está muy bien pero para nosotros eso es un punto de llegada, no de partida. El punto de partida debería ser bajar los impuestos al consumo. Hay una diferencia central. Nosotros creemos que hay apuntalar el salario y defender el ingreso de los que menos tienen, y el Gobierno cree que la mejor forma de desarrollarse es apuntalar la renta empresaria.

P.: Para el año que viene se empieza a hablar de una paritaria de entre un 12 y un 17%...

M.T.:
A mí me parece que el ajuste va a venir más que de las paritarias, de la mano del efecto sustitución no del efecto ingresos. Es decir, un conjunto de bienes y servicios que aumentan mucho más que el promedio de la inflación pero que son cosas en las que tenemos que gastar. Si la luz aumenta el doble que los precios, por más que el promedio dé 15%, y la luz aumente 30%, vos vas a tener que gastar el doble de lo que gastabas antes para pagarla. Porque hay mucha inelasticidad con respecto al precio en la demanda en ese tipo de productos. Y eso te deja menos dinero disponible para consumir. El tema es que el efecto sustitución termina generando que por más que el salario real compense un poco, mucha de esa compensación se pierde porque termina yendo a pagar cosas que antes estaban subsidiadas. Está bien reducir los subsidios allí donde hay que hacerlo, pero tiene que ser también materia de análisis, porque no puede suceder que gastemos más plata en pagar intereses de la deuda que subsidiando la luz. La prioridad debe ser discutida.

P.: Fuiste a Chile a comparar precios ¿por qué cruzando la cordillera los precios son más bajos y no podemos hacerlo acá?

M.T.:
Porque Chile tiene un conjunto de factores que la Argentina compite peor. No pasa porque los empleados son más baratos. Chile tiene un tipo de cambio con el cual la Argentina perdió competitividad. La competitividad de la logística también es mejor que acá. Tiene una proyección tributaria mucho menor. Es decir, la competitividad de la economía es una suma de elementos, no solamente sueldos más baratos. Y este es el punto que venimos mostrando. En los países limítrofes los precios son mucho más baratos, y por cierto que si no hacemos algo el consumo en lugar de aumentar va a seguir igual, y la gente va a terminar comprando del otro lado de la frontera.

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