12 de octubre 2017 - 14:01

Festejo del Día de la Hispanidad en Cataluña terminó con choques entre grupos extremistas

Miles de catalanes partidarios de que su región permanezca en España festejaron el jueves el Día de la Hispanidad, la fiesta nacional del país, marchando por Barcelona con banderas españolas y catalanas y coreando "soy español", en una celebración que finalizó con violentos choques entre grupos de extrema derecha.



Mientras tanto, en Madrid, efectivos militares y policiales desfilaron frente al rey Felipe VI, acompañado de políticos nacionales y regionales.

Miles de personas ocuparon las aceras del madrileño Paseo de la Castellana para observar el desfile y ondear banderas españolas.

En Barcelona, la capital catalana, miles de personas _algunas con el rostro pintado con los colores rojo y amarillo de las banderas nacional y catalana_ marcharon a una plaza céntrica al grito de "Viva España".

"Ahora sentimos que los años de amenazas de los separatistas se han convertido en un intento por normalizar la división social", dijo Juan José Garde, un funcionario jubilado de 63 años que se unió por primera vez a una marcha por la fiesta nacional después de años de preferir irse de vacaciones con su familia a la playa.

La consigna de la marcha era "Cataluña sí, España también", significando el apoyo a la autonomía de la región, pero dentro del país.

Dos pequeños grupos se enfrentaron mientras ocurría la manifestación, arrojando sillas desde la terraza de una cafetería unos contra otros antes de que la policía local los separara. No quedó claro por el momento qué desencadenó la violencia o quién estuvo involucrado, pero la principal marcha _liderada por grupos de la sociedad civil que se oponen a los esfuerzos separatistas en Cataluña_ continuó sin interrupción.

Una protesta separada de unos 200 seguidores de grupos de extrema derecha y nacionalistas españoles finalizó en el cerro Montjuic de Barcelona con discursos y la quema de una "estelada", la bandera no oficial de Cataluña que se ha convertido en un símbolo para los separatistas catalanes.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, anunció el martes que emplearía la victoria del "sí" en el cuestionado referéndum secesionista del 1 de octubre _ declarado ilegal por las autoridades españolas _ para seguir adelante con la declaración de independencia de Cataluña, pero inmediatamente suspendió el proceso durante unas semanas para permitir el diálogo y la mediación con el gobierno central en Madrid.

Durante una comparecencia en el Congreso el miércoles, el presidente Mariano Rajoy pidió a Puigdemont que aclare si declaró la independencia o no. Añadió que la respuesta de Puigdemont al ultimátum del Palacio de la Moncloa será crucial para decidir los "acontecimientos en los próximos días". Rajoy insinuó que España podría tomar el control total o parcial de Cataluña bajo un artículo de la Constitución española.

En un tuit publicado más tarde, Puigdemont dijo: "Pedimos diálogo y la respuesta es poner el Artículo 155 sobre la mesa. Mensaje entendido".

El vicepresidente del ejecutivo regional, Oriol Junqueras, empleó también la red social para enviar un mensaje a Rajoy: "Un diálogo sincero es el ruego de la comunidad internacional y lo que espera Catalunya, no la confrontación y nuevas amenazas".

El Día de la Hispanidad, conmemora la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Las Fuerzas Armadas celebran además su día.

Los dirigentes de las 17 regiones españolas fueron invitados a participar en el acto pero desde hace varios años, los de Cataluña y el País Vasco, dos regiones con un importante sentimiento independentista, se han ausentado.

Varias municipalidades catalanas anunciaron que ignorarían el feriado y trabajarán como un día normal.

Unos 2,3 millones de catalanes _el equivalente al 43% del electorado de la región_ participaron en el referendo del 1 de octubre. Las autoridades regionales informaron que el 90% de los votos fueron a favor de la separación y declararon que los resultados son válidos. Los contrarios a la consulta la boicotearon.

La jornada electoral fue manchada por la violencia cuando la policía, bajo orden judicial, trató de impedir la elección. De acuerdo con un informe de la organización Human Rights Watch, la policía abusó de la fuerza al enfrentar a los manifestantes.

Las encuestas indican que los 7,5 millones de catalanes están divididos de manera pareja en torno a la secesión.

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